Pequeños grupos de "indignados" volvieron a marchar este viernes en Sao Paulo y Río de Janeiro, pero sin la intensidad de jornadas anteriores y pese a que el movimiento que convocó las manifestaciones decidió suspender las protestas.
En Sao Paulo, cerca de un millar de personas ocupó parte de la autovía Dutra, que une la ciudad a Río de Janeiro, y provocó un enorme atasco de tránsito, sin que se registrasen incidentes.
En Río de Janeiro, las protestas fueron protagonizadas por unas 500 personas que tomaron las calles del acomodado barrio de clase media de Barra da Tijuca en forma pacífica y sin más consecuencias que otros atascos de automóviles.
También en Río de Janeiro, hubo unos pequeños desórdenes que fueron controlados inmediatamente por la policía frente a la favela Ciudad de Dios, donde se manifestaron otras cientos de personas.
En todos los casos, las protestas fueron en demanda de servicios públicos de calidad, mejoras en la salud y la educación, ética en la política y un sinnúmero de asuntos que durante los últimos días han llevado a millones de personas a tomar las calles del país.
La más numerosa de las protestas ocurrió este jueves, cuando se calcula que 1,2 millones de personas se manifestaron en un centenar de ciudades, en algunas de las cuales se registraron graves hechos de violencia, como en Río de Janeiro y Brasilia.
El movimiento Pase Libre, que convocó en Sao Paulo las primeras protestas tras un aumento del precio del transporte derogado este miércoles, anunció que no organizará nuevas manifestaciones, debido a que ha detectado que en las marchas se han "infiltrado" grupos ajenos a sus intenciones.
"Consideramos que grupos conservadores se infiltraron en los actos para defender propuestas que no nos representan", dijo Rafael Siqueira, portavoz de Pase Libre, quien explicó que surgieron grupos que defienden la penalización del aborto o la reducción de la edad de responsabilidad penal, a las que el movimiento se opone.
Siqueira también dijo que el "primer objetivo" del movimiento había sido alcanzado con la revocación del aumento del precio del transporte, por lo que los líderes de grupo Pase Libre, un grupo nacido en las universidades, habían acordado hacer una pausa para evaluar la situación. /EFE