DPA
El presidente del Perú, Ollanta Humala, exhortó hoy al presidente de la región Áncash, César Álvarez, a ponerse a disposición de las autoridades, tras la orden de detención preventiva en su contra que emitió el jueves el Poder Judicial por el asesinato de su principal opositor político, Ezequiel Nolasco.
"Que se ponga a derecho, sin abdicar al principio de la presunción de inocencia. Para que el juez haya dictado esta orden, debe haber en las investigaciones temas muy puntuales", dijo Humala al ser consultado por la prensa.
El presidente aprovechó la oportunidad para negar las versiones periodísticas que lo vinculan a él y a su esposa, Nadine Heredia, con un hombre cercano al círculo de Álvarez, quien es sindicado como el responsable de la violencia y la corrupción que se vive en esa región.
"Tengo que desmentir esa campaña infame e irresponsable que trata de vincular al gobierno con este tipo de organizaciones criminales", manifestó el mandatario.
El Tercer Juzgado Penal de Lima Especializado en Crimen Organizado ordenó el jueves la detención preventiva de 29 personas del entorno de Álvarez, acusados del homicidio de Nolasco, un ex consejero regional de Áncash acribillado en marzo pasado.
En la víspera fueron apresados 18 de los involucrados, entre ellos el alcalde de la provincia de Santa, Luis Arroyo Rojas, a quien Nolasco acusó directamente de haber intentado matarlo en julio de 2010, atentado en el que resultó herido gravemente pero fue abatido su hijo político.
Investigaciones periodísticas apuntan a una presunta asociación dedicada a cometer múltiples delitos, liderada por el letrado Rolando Orellana, quien supuestamente mantiene un vínculo con Álvarez; y el parlamentario Heriberto Benítez, del partido conservador Solidaridad Nacional.
Aunque portavoces de Álvarez indicaron que el presidente regional se encontraba en Lima y que "no pasaría a la clandestinidad", su paradero es aún desconocido y la Policía intenta ubicarlo.
Benítez, quien ha sido un arduo defensor del presidente regional, afirmó hoy en una entrevista con el diario "El Comercio" que Álvarez se encuentra en Lima reunido con sus abogados y que en las próximas horas se entregará a la justicia.
Nolasco, junto al también candidato Juan Calderón, habían sufrido atentados y eran, en teoría, los mayores peligros para la reelección de Álvarez, de quien los críticos afirman que abusa de su poder como una maquinaria de represión y dádivas.
Según las averiguaciones, al menos ocho dirigentes ancashinos opositores han sido asesinados, pero ningún caso había llegado a los tribunales, entre otras cosas por la intervención directa de fiscales supremos como Carlos Ramos Heredia, quien ahora ejerce como fiscal de la nación.
Críticos y la prensa cuestionaron a Ramos Heredia, pues destituyó a cuatro fiscales que descubrieron un centro de espionaje a favor de Álvarez en la ciudad de Chimbote. Sin embargo, trascendió hoy que el fiscal general será citado por una comisión investigadora de irregularidades en Áncash para explicar su participación en el caso.
Álvarez, un populista de derecha de 46 años, en el cargo desde 2007, niega las acusaciones y, en señal de fastidio por la supuesta tendencia a culparlo de la violencia que se da en la región, anunció en abril que no buscará la reelección.
2014-05-16