EFE
Los tres italianos desaparecidos el 31 de enero en el occidental estado mexicano de Jalisco fueron vendidos por policías al crimen organizado por 1.000 pesos (53,5 dólares), según denunciaron este lunes sus familiares.
Un sujeto conocido como don Ángel que supuestamente es enlace con el crimen organizado habría recibido a los italianos y pagado por su entrega a los policías del municipio de Tecalitlán, dijo a Efe vía telefónica desde Italia Francesco Russo, hijo de Raffaele Russo, el primero de los tres que desaparecieron.
"(Don Ángel) es el nombre que salió en la audiencia donde los policías confesaron que recibieron los 1.000 pesos", declaró Francesco, quien dijo que no sabía si este sujeto era integrante de este grupo criminal.
Cuatro policías del municipio de Tecalitlán, sur de Jalisco, han sido detenidos luego de confesar que entregaron al crimen organizado a los italianos Raffaele Russo, a su hijo Antonio Russo y a su sobrino Vincenzo Cimmino, vistos por última vez el 31 de enero en Tecalitlán, sur de Jalisco.
El Secretario General de Gobierno de Jalisco, Roberto López Lara, adelantó que se busca a tres policías municipales más y a varios civiles por su probable participación en el caso, entre ellos el director de seguridad pública de Tecalitlán, Hugo Enrique Martínez.
"Tenemos una búsqueda de tres personas todavía, ligadas a la policía y otros ciudadanos más", dijo López Lara quien agregó que aún no hay elementos para determinar si los extranjeros están vivos o muertos.
Francesco declaró que la familia ha conocido detalles de la investigación gracias a personas que han estado presentes en las declaraciones de los cuatro policías municipales.
La familia de los tres italianos denunció su desaparición el 1 de febrero con la sospecha de que los policías pudieron haber estado involucrados en la misma.
En un comunicado, Francesco Russo pidió a las autoridades acelerar las investigaciones y la búsqueda de sus familiares, además de detener al director de la policía de Tecalitlán, Hugo Enrique Martínez, prófugo desde la semana pasada, y a Hilario Farías Mejía, el comandante que estaba de turno la tarde del 31 de enero.
"Les pido con todo corazón que le den seguimiento a las investigaciones por una pronta localización de nuestros familiares. Queremos que ellos regresen a Italia vivos o muertos", exigió Francesco.
Pidió a la gente "honesta y trabajadora" de México terminar con "la mafia que no nos deja vivir en paz ni nos deja dormir tranquilos" y que sobrevive gracias "a la corrupción".
2018-02-26