El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, habría sido víctima de interceptaciones ilegales de su correo electrónico, según reveló hoy una investigación del diario "El Tiempo".
Según el periódico, agencias de seguridad iniciaron hace algunos días la búsqueda de los responsables de haber espiado la cuenta de correo personal del mandatario colombiano.
Citando a "altas fuentes oficiales", "El Tiempo" sostuvo que los mensajes "no son sobre temas de gobierno, sino que se trata de dos comunicaciones personales de Santos".
Uno de ellos tiene que ver con "un posible negocio de obras de arte, que finalmente no se concretó" y otro con "giros de dinero hechos por el mandatario para cubrir la matrícula de su hija que estudia en una universidad del exterior".
De acuerdo con la investigación, en la Casa de Nariño se han extremado los protocolos de seguridad del jefe de Estado y de otros altos funcionarios de su gobierno para evitar nuevas interceptaciones.
Por su parte, el ministro de Justicia, Alfonso Gómez, quien no confirmó la información, dijo en diálogo con la emisora RCN Radio que el gobierno ha iniciado contactos con expertos internacionales para determinar "nuevas estrategias contra la ciberdelincuencia".
"Buscamos con expertos blindar y proteger los derechos individuales de todos los funcionarios públicos, ahora mismo estamos trabajando para evitar este tipo de casos", precisó Gómez, quien agregó que este tipo de interceptaciones a presidentes "no es un tema nuevo en Colombia".
La denuncia de "El Tiempo" se suma a la hecha por la revista "Semana" a principios de este mes, cuando desató una controversia en Colombia luego de revelar que al menos tres miembros del equipo negociador del gobierno en el proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fueron espiados por militares.
"Semana" indicó que la interceptación de correos electrónicos fue hecha por la unidad de inteligencia militar, denominada "operación Andrómeda", que funcionaba en un restaurante y un centro de informática en un sector comercial de la capital colombiana.
Santos dijo inicialmente que el espionaje puede obedecer a maniobras de "fuerzas oscuras" que supuestamente pretenden sabotear las negociaciones entre su gobierno y las FARC.
Sin embargo, matizó sus palabras cuando el Ejército le confirmó que desde esa fachada sí se realizaban tareas encubiertas, aunque sin efectuar un espionaje ilegal.
Aunque no se confirmó si los negociadores, además de varios periodistas internacionales que cubren las negociaciones y algunos líderes de izquierda, fueron espiados o no, el gobierno tomó las primeras decisiones sobre el caso.
Los principales jefes de la inteligencia militar, los generales Mauricio Zúñiga y Jorge Zuluaga, fueron relevados de sus cargos, mientras que la investigación quedó en manos de la Fiscalía General.
Entretanto, el congresista Iván Cepeda, del partido izquierdista Polo Democrático Alternativo, consideró este sábado que si las interceptaciones al mandatario son ciertas, se confirmaría la intención de "lesionar gravemente el proceso de paz".
"Lo que se confirmaría sería que ‘Andrómeda’ tuvo dimensiones considerables y que allí habría un grupo de miembros del Ejército actuando de manera autónoma para lesionar gravemente el proceso de paz", indicó Cepeda. /DPA