La parroquia de San Ignacio de Loyola, la iglesia más antigua de la capital argentina, amaneció hoy con pintadas ofensivas y daños materiales en su mobiliario, informaron fuentes religiosas.
"La única Iglesia que ilumina es la que arde" e "Hipócritas: ni dios ni amo", podía leerse en las pintadas que realizaron los atacantes frente al altar de este templo, que fue fundado hace más de tres siglos por la orden de los jesuitas a la que pertenece el papa Francisco.
Además, los asaltantes quemaron parcialmente un banco y un sillón sacerdotal, según informó el sacristán de la iglesia, Alberto, al canal Crónica TV.
La Policía investiga ahora la autoría del ataque, que el sacristán atribuyó a estudiantes del vecino colegio de secundaria Nacional de Buenos Aires, que se encuentra tomado desde hace una semana en protesta por la reforma educativa que entrará en vigor el próximo curso.
"Entraron por un túnel que hay del colegio a la Iglesia. Ayer ya habían salido dos chicos a la tarde. Pusimos un candado nuevo y lo rompieron esta noche", declaró Alberto.
La iglesia de San Ignacio de Loyola, construida por los jesuitas en 1675 y fue declarada monumento histórico en 1942, fue recientemente restaurada con el apoyo del entonces arzobispo de Buenos Aires, hoy Francisco, el primer papa jesuita de la historia.
La parroquia, el Colegio Nacional de Buenos Aires y otros edificios históricos de la céntrica zona porteña conocida como La Manzana de Las Luces están interconectados por centenarios túneles subterráneos.
Casi todos los túneles fueron clausurados al público por el peligro de derrumbe, pero en la institución educativa queda uno de los pocos tramos que aún puede visitarse. EFE