La provincia argentina de Buenos Aires, el distrito más extenso y poblado del país, declaró hoy la "emergencia en seguridad pública" durante el lapso de un año ante el aumento de la delincuencia.
"Esto no se resuelve ni fácil ni rápidamente", expresó el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, en una conferencia de prensa en la que admitió que la población "sufre el ataque cruel y salvaje de una delincuencia de características violentas sin precedentes".
Scioli firmó un decreto en el que determinó la incorporación de "más de 40.000 agentes de seguridad privada" para desempeñarse en una "red de prevención con la obligación de avisar ante situaciones de riesgo", y el regreso de 5.000 policías que habían sido separados de la fuerza de seguridad por diferentes motivos.
En tanto, anunció la construcción de ocho alcaidías con capacidad para alojar a 1.000 detenidos y diez fiscalías especializadas en narcotráfico, que tendrán el objetivo de perseguir el delito en su "faz económica" y acelerar los procesos para que la justicia avance sobre "los sospechados cabecillas".
Durante la presentación de las medidas contempladas en el anunciado decreto, Scioli prometió "aplicar todo el peso de un Estado presente contra los delincuentes", aunque advirtió que "no hay ninguna emergencia ni decreto que resuelva el tema (de la inseguridad) de un día para el otro".
Por su parte, reclamó a los legisladores de la provincia que sancionen una ley que cree la figura de la policía comunal, y destacó que en los próximos días presentará un pedido para limitar las excarcelaciones de personas detenidas que hubieran reincidido en el delito o hayan utilizado armas en los hechos de los que se lo acusan.
El anuncio fue realizado el mismo día que el secretario de Seguridad de Argentina, Sergio Berni, reconoció que el aumento de la delincuencia en el país "es preocupante" y que los hechos de violencia "existen" y no son "culpa de los medios de prensa, como había mencionado el pasado jueves el jefe de Gabinete de ministros, Jorge Capitanich.
Durante la última semana, el gobierno, dirigentes de la oposición, organizaciones civiles y la Iglesia católica mostraron su preocupación ante el incremento de la violencia, especialmente por una serie de linchamientos y casos de justicia por mano propia protagonizados por vecinos que, en un caso, asesinaron a golpes a un presunto delincuente.
El diario Perfil publicó hoy que desde 2007, año en el que la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, asumió su primer mandato, la población carcelaria en Argentina "no ha dejado de aumentar".
"En los primeros cinco años de su mandato, unos 10 mil presos se sumaron a las cárceles. Actualmente hay más de 60 mil internos, en una curva que asciende y no se detiene", resaltó sobre la base de datos pertenecientes al Sistema Nacional de Ejecución Penal del Ministerio de Justicia.
El informe señaló que el 64 por ciento de la población carcelaria del país está integrada por jóvenes de entre 18 y 30 años y que más de la mitad del total de detenidos "no tienen condena". / DPA.