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El destituido presidente de Cataluña prometió el martes que prolongará la lucha por la independencia de la región española y llamó a la Unión Europea a pronunciarse sobre el encarcelamiento de funcionarios catalanes en una causa por rebelión.
Los comentarios de Carles Puigdemont se produjeron en un acto en Bruselas al que asistieron unos 200 alcaldes de Cataluña, que saludaron al depuesto líder con gritos de “presidente” y “libertad”.
Los alcaldes alzaron sus bastones, símbolo del poder de ediles en España, al final de su discurso y los congregados cantaron el himno catalán.
"No renunciaremos al ideal de un país, a esta noción de democracia”, le dijo Puigdemont a los alcaldes, reunidos en un museo de arte en el centro de Bruselas.
Flanqueado por cuatro colaboradores que salieron de España con él, Puigdemont retó a las autoridades de España y a la comunidad internacional a aceptar los resultados de una elección adelantada en Cataluña el 21 de diciembre si ganan los separatistas.
Puigdemont también llamó a la Unión Europea a hacerse escuchar sobre el asunto. Funcionarios catalanes en el evento en Bruselas pidieron a los líderes de la UE adoptar la causa catalana.
"¿Es ésta la Europa que ustedes quieren, la Europa que quieren construir, con un gobierno democráticamente electo en la cárcel?”, dijo Puigdemont, mientras los alcaldes alzaban un cartel que decía: “Ayuden a Cataluña”.
Los líderes de las principales instituciones de la UE son aliados del presidente del gobierno español Mariano Rajoy. Se han negado a criticar a su gobierno y reaccionaron con suma cautela a la violencia policial durante el referéndum del 1 de octubre en Cataluña.
Previamente, Puigdemont, dio una entrevista desde Bruselas con la radio pública catalana.
El líder separatista dijo que hay una “desconexión absoluta entre el bienestar del pueblo y las élites europeas”, y que el problema de Cataluña es “un asunto de derechos humanos y de democracia, que reclama la máxima atención”.
Puigdemont disputa una orden de extradición española, donde varios miembros de su antiguo gobierno han sido encarcelados mientras prosigue una investigación sobre la supuesta estrategia para independizarse de España. Su próxima comparecencia ante una corte belga fue fijada para el 17 de noviembre.
Las autoridades centrales españolas han tomado el control directo de la región nororiental y convocaron a unas elecciones autonómicas anticipadas para el 21 de diciembre, que se plantean como una batalla electoral entre independentistas y unionistas.
La agrupación civil que encabezó el intento secesionista catalán exhortó el martes a los partidos separatistas a conformar una fórmula unificada por la independencia. Asamblea Nacional Catalana dijo en un comunicado que la coalición debería incluir entre sus candidatos a los separatistas presos y los miembros del gobierno destituido.
Los partidos tienen plazo hasta la medianoche del martes para registrar las posibles coaliciones.
Una encuesta reciente del periódico La Vanguardia, de Barcelona, pronosticó que los tres partidos secesionistas ganarían entre 66 y 69 bancas en diciembre. Para tener mayoría se requieren 68 escaños.
Los partidos secesionistas tenían 72 de las 132 bancas del Parlamento catalán que fue disuelto por las autoridades centrales cuando aprobó una declaración de independencia el 27 de octubre.
2017-11-07