El presidente ruso, Vladimir Putin, negó haber utilizado deliberadamente a su perro labrador, Koni, para intimidar a la entonces canciller alemana, Angela Merkel, durante una reunión en 2007. El episodio, que volvió a ser objeto de atención tras la publicación de las memorias de Merkel, se convirtió en un punto controvertido en las relaciones diplomáticas entre ambos líderes.
En su libro “Libertad”, Merkel narra que, sabiendo que Putin llevaba a menudo a su mascota a encuentros oficiales, pidió en 2006 que no se permitiera la presencia del animal debido a su miedo a los perros.
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Putin se ofreció declraciones al respecto
Según la excanciller, Putin cumplió inicialmente la solicitud y le regaló un perro de peluche con el comentario: "No muerde". Sin embargo, durante una reunión en Sochi al año siguiente, Koni estuvo presente y se acercó a Merkel, quien intentó mantener la calma pese a su evidente incomodidad.
Consultado sobre este episodio en una reciente rueda de prensa, Putin afirmó desconocer el temor de política en aquel momento: "Francamente, ya se lo dije a Merkel, no sabía que tenía miedo a los perros. Si lo hubiera sabido, nunca lo habría hecho", declaró.
Además, reiteró sus disculpas, subrayando que su intención era crear un ambiente "relajado y agradable". En tono conciliador, agregó: "Angela, por favor, perdóname. No quería causarte ninguna angustia".
¿Insinuación de poder?
En sus memorias, Merkel describe el incidente como una situación difícil. "Intenté ignorar al perro... Pensé: mantén la calma, concéntrate en los fotógrafos, ya pasará". La ex canciller interpreta la escena como un intento de Putin de enviar "señales" al mundo, mostrando cómo podía ejercer poder, incluso con gestos aparentemente sutiles.
Además del incidente, Merkel recuerda otras interacciones con Putin que revelaron aspectos clave de su visión política. Entre ellas, menciona una conversación en 2006 donde el líder ruso insinuó su intención de regresar al poder tras cumplir con el límite constitucional de dos mandatos consecutivos, algo que finalmente ocurrió en 2012.
Finalmente, la alemana indicó que, Putin también consideraba la caída de la Unión Soviética como "la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX". La relación entre ambos líderes marcó una etapa crucial en la política europea y mundial, en la que se reflejaron tanto tensiones como diferencias estratégicas.
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