El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el de la Comisión Europea (CE), Jose Manuel Durao Barroso, tienen previsto hablar hoy sobre la crisis en Gibraltar, confirmaron fuentes del Ejecutivo español.
La presidencia del Gobierno anunció el pasado viernes que Rajoy y Barroso hablarían en las próximas horas después de que el primer ministro británico, David Cameron, pidiera a la Comisión Europea que envíe de forma urgente observadores a la zona.
El Ejecutivo español no se pronunció sobre esta petición, si bien desde Exteriores se insistió en que España está cumpliendo con la legalidad y los controles en la Verja son irrenunciables.
La petición del Primer Ministro británico supone un paso más en la controversia que desde hace tres semanas mantienen Londres y Madrid a propósito de Gibraltar, colonia británica cedida por España por el Tratado de Utrecht en 1713.
El 24 y 25 de julio un barco gibraltareño lanzó setenta bloques de hormigón a aguas del Estrecho con la intención de hacer un arrecife artificial.
España considera que Gibraltar sólo tiene derecho a las aguas del puerto, mientras que las autoridades locales aseguran que disponen de hasta tres millas náuticas.
Hace dos semanas España empezó a aplicar controles de acceso en la verja que separa su territorio de Gibraltar, con el resultado de largas colas de vehículos y la protesta formal del Reino Unido.
Fuentes diplomáticas reiteraron estos días que España está en su derecho y obligada a llevar a cabo dichos controles porque Gibraltar no está en el espacio Schengen y asegura que "no son obstáculo" a la libre circulación de mercancías o personas.
En la conversación que Cameron mantuvo con Barroso el viernes, el primer ministro británico le pidió el envío urgente de observadores y le mostró su "seria preocupación por los controles fronterizos introducidos por los españoles" en la Verja, "que están motivados políticamente y son desproporcionados", según explicó entonces Downing Street.
La conversación entre Rajoy y el presidente de la Comisión Europea se producirá un día después de que los pescadores españoles de la zona protestaran por la colocación de los bloques de hormigón por parte del gobierno gibraltareño para impedirles faenar en aguas del Peñón. EFE