La renuncia de Rodolfo Hernández, el más fuerte candidato opositor a la Presidencia de Costa Rica, según las encuestas, modificó hoy drásticamente el panorama de la recién comenzada campaña de cara a las elecciones de febrero de 2014.
Hernández, quien representaba al Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), anunció su renuncia como candidato a través de un comunicado en el que no escatimó en críticas al sistema político local y sobre todo a su propio partido.
"Nunca pensé que me tendría que enfrentar a tanta intriga, tanta envidia, tanto egoísmo, tanta traición y tanta deslealtad", dice la nota del exaspirante presidencial en sus primeras líneas, que causó sorpresa general, incluso dentro de la jefatura de su partido.
Hernández, quien es médico de profesión, informó que volverá a su puesto como director del estatal Hospital Nacional de Niños, y pidió a la prensa no contactarlo, asegurando que su única referencia al tema sería ese comunicado.
El PUSC, quien de la mano de Hernández había logrado este año un gran repunte en las encuestas, no ha anunciado de forma oficial quién será en nuevo candidato, pero los medios locales especulan que el exmagistrado Rodolfo Piza podría ocupar el puesto.
Piza fue el contendiente de Hernández en la elecciones internas del partido y había sido designado ya como candidato a la Vicepresidencia costarricense.
Según la más reciente encuesta de la estatal Universidad de Costa Rica, el candidato oficialista, Johnny Araya, suma un 20,2 % de intención de voto, y era seguido por Hernández, con un 12,4 %.
Todas las otras encuestas publicadas en los últimos meses confirmaban esta tendencia, pero en las últimas semanas la candidatura de Hernández se vio afectada por la salida de figuras importantes de su equipo asesor en materia económica.
Incluso este miércoles, Hernández fue el único candidato que no asistió al acto solemne de convocatoria oficial a las elecciones por parte del Tribunal Supremo de Elecciones, lo que desató todo tipo de rumores en medios políticos.
El ahora excandidato escribió un comunicado titulado "La motivación se fue de viaje", en el que deja al descubierto profundas diferencias dentro del PUSC que lo llevaron a renunciar.
"Decepción es lo que siento cuando me entero de que políticos de mi propio partido andan de pueblo en pueblo pidiendo que no voten por mí; frustración es lo que siento cuando candidatos a diputado, una vez elegidos, se niegan a trabajar junto a mí", indica el texto.
"Tristeza es lo que siento cuando muchos se resisten a respaldarme por la sencilla razón de que hago política sana, transparente, honesta y sin componendas. No puedo aceptar que los Caínes modernos sigan matando a los Abeles por la simple razón de que les estorban", añadió Hernández.
Para el médico, su fugaz paso por la política le permite emitir un diagnóstico: "La democracia (costarricense) está en cuidados intensivos porque los responsables de velar por ella la ultrajaron, la debilitaron, la violaron y pretenden mantenerla así, secuestrada, para favorecer intereses personales o de grupo".
El PUSC tiene hasta el 18 de octubre para nombrar a su nuevo candidato presidencial, según el reglamento del TSE.
Por su parte, Piza declaró a medios locales que la decisión de su compañero de fórmula lo tomó por sorpresa, pues ayer estuvieron reunidos y Hernández no le habló de sus intenciones.
"Esta decisión fue de las últimas horas. Lo de sus aseveraciones, no se por qué lo dice, yo he tratado de trabajar por unir al partido", aseguró.
El posible nuevo candidato reconoció que había diferencias entre el jefe de campaña y el comando de estrategia, pero que nunca pesó que los roces a lo interno del partido fueran tan complejos. /EFE