La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, garantizó hoy que la inflación terminará el presente año dentro de la meta oficial prevista por el gobierno, que es de 4,5 puntos porcentuales, con margen de dos puntos de tolerancia más o menos, pese a las dificultades que el país enfrenta para combatirla.
"Estamos seguros de que vamos a cerrar el año con inflación dentro de la meta de este año en el país", aseguró la mandataria durante la reunión del Consejo de Desarrollo Económico y Social, realizado en Brasilia.
Las declaraciones de Rousseff ocurren en momentos en que la economía del "gigante" sudamericano vive una fase de retracción y el gobierno está dividido en relación a las medidas a tomar para revertir la situación.
Mientras que el Índice de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) superó el techo de la meta oficial al llegar al 6,7 por ciento anual en junio pasado y el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) estimado por el Banco Central para este año cayó al 2,7 por ciento, la propuesta de hacer drásticos recortes adicionales al presupuesto, realizada por el ministerio de Hacienda, provocó divisiones en el seno del gobierno.
La presidenta admitió que existen factores fuera de control que han influido en el aumento de la inflación en los últimos meses, pero afirmó que la tendencia del índice ahora es nuevamente a la baja.
"Sabemos que la inflación en el país tiene un carácter cíclico. Ahora estamos en la etapa de baja de la inflación, así como tuvimos un momento de presión inflacionaria, fruto de algunas cuestiones que no controlamos. Pero estamos seguros de que vamos a cerrar el año con la inflación dentro de la meta", enfatizó.
Agregó que "es incorrecto hablar de descontrol de la inflación o de los gastos del gobierno. Eso es una falta de respeto a los datos, a la lógica, por decir lo mínimo. La información parcial, tal como muchas veces es explotada, confunde a la opinión pública y puede crear un ambiente de pesimismo que no nos interesa a ninguno de nosotros", aseveró.
Adjudicó los problemas por los que atraviesa la economía brasileña a la inestabilidad que se registra en el escenario internacional, aunque aclaró que esta situación no es tomada por el gobierno como una "justificación" para que los obstáculos "no sean enfrentados".
En su opinión, Brasil tiene actualmente, desde el punto de vista estructural, mejores condiciones económicas que en el pasado. /DPA