AP
Intensos intercambios de artillería entre fuerzas del gobierno de Kiev y separatistas respaldados por Rusia persistían el lunes en torno a una ciudad estratégica del este de Ucrania, en enfrentamientos que amenazan con romper un alto el fuego alcanzado la semana pasada.
Los dos bandos en conflicto tiene por delante además la retirada de armamento pesado del frente a partir del martes, según un acuerdo negociado por líderes de Ucrania, Rusia, Alemania y Francia. El pacto parece peligrar ya que los rebeldes dicen que no están satisfechos con las condiciones establecidas para que el proceso siga adelante.
Periodistas de Associated Press en Luhanske, una ciudad controlada por el gobierno a unos 15 kilómetros (9 millas) al noroeste del disputado centro ferroviario de Debáltaseve, escucharon sonidos de bombardeos continuados y regulares. Parte de la artillería parecía proceder de la localidad, sugiriendo que fue disparada por soldados de Kiev.
Un lanzacohetes grad cargado fue visto apuntando en dirección a Debáltaseve, pero no fue disparado mientras los periodistas de AP estuvieron presentes.
A pesar del alto el fuego, Debáltaseve sigue registrando combates mientras los rebeldes insisten que la ciudad debería pasar automáticamente a sus manos ya que está rodeada por sus combatientes.
Observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación Europea, que se ocupan de vigilar la implementación del acuerdo de paz, dijeron el domingo que los separatistas les habían negado el acceso a Debáltaseve.
En Nueva York, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, expresó en un comunicado a última hora del domingo su preocupación por la continuidad de las hostilidades en torno a Debáltaseve y reiteró su llamado "a todas las partes para respetar el alto el fuego sin excepción".
La tregua, que entró en vigor a medianoche del domingo, espera acabar con un conflicto que dura ya 10 meses y se ha cobrado más de 5.300 vidas.
Pero el gobierno de Ucrania y los rebeldes han intercambiado múltiples acusaciones de ataques desde entonces.
El portavoz del ejército separatista, Eduard Basurin, dijo en una conferencia de prensa televisada el lunes que durante la noche el gobierno lanzó ataques de artillería contra Horlivka, una localidad en manos rebeldes.
Ucrania, sin embargo, culpa a los prorrusos del ataque. El jefe de la policía regional de Donetsk, Vyacheslav Abroskin, dijo en un comunicado que los separatistas bombardearon la localidad para hacer fracasar la tregua.
Tanto los rebeldes como Kiev reiteraron su compromiso con el alto el fuego alcanzado la semana pasada tras una reunión de 16 horas a cuatro bandas entre el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, el de Rusia, Vladimir Putin, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de Francia, François Hollande.
En línea con la tregua, ambas partes acordaron comenzar la retirada del armamento pesado de sus posiciones a primera hora del martes.
La agencia rusa de noticias Interfax citó a Basurin el lunes diciendo que no se daban las condiciones para llevar a cabo ese repliegue.
"Empezaremos a retirar el equipamiento de la línea de contacto si recibimos una cierta señal, que es que los ucranianos hagan lo mismo", dijo Basurin según las citas.
Ucrania y Occidente acusan a Rusia de armar y proporcionar efectivos a los separatistas y le han impuesto una serie de sanciones económicas en un intento de presionar a Moscú para que cambie de actitud. El Kremlin niega los indicios que apuntan a su implicación en la guerra de Ucrania.
La Unión Europea añadió el lunes a 19 personas y nueve organizaciones más a su lista de sanciones a entidades rusas vinculadas al conflicto. Entre ellos están dos viceministros rusos de Defensa y el cantante ruso, aunque nacido en ucrania, Yosef Kobzon, que el año pasado cantó para líderes rebeldes en Donetsk, además de varios comandantes separatistas.
2015-02-16