La Nación
Varias personas desde distintos puntos del oeste de México se volcaron a las redes sociales para compartir sus experiencias en relación al terremoto de 8,2 grados de magnitud que tuvo su epicentro de cerca de Chiapas poco antes de la medianoche, pero también para comentar y preguntarse por un fenómeno que acompaño al temblor: destellos azules y verdes en el cielo desde el sur del país hasta su capital.
Según una nota del diario El País, de España, este fenómeno surge a partir de la carga de energía que se libera durante un terremoto. Se conocen como EQL (por "earthquake lights", luces de terremoto en inglés).
Se trata de un "efecto luminoso no cuantificable", señaló Miguel Ángel Rodríguez, científico titular del Instituto Geológico y Minero de España. "Hay registro de estas luces desde hace siglos, mucho antes de que existiera la luz eléctrica. También hay testimonios de su presencia en cualquier lugar de planeta donde ocurre un terremoto", agregó.
Por su parte, Emilio Carreño, director del Instituto Geográfico Nacional de España (IGN), explicó: "Un terremoto se provoca por la ruptura de una falla, tras acumularse tensión tectónica en la zona. La fricción de las rocas puede generar en su superficie corrientes eléctricas por el flujo de iones que genera". La gama de colores que puede verse en el cielo, según los registros históricos, suele englobar los tonos blancos, azules y violetas, los mismos que los de las corrientes eléctricas.
El científico de la NASA Friedemann Freund comentaba ya en 2001 que estas luces son causadas por ciertas propiedades eléctricas de las rocas durante el choque de placas tectónicas. "Si el nivel de estrés [entre las rocas] es alto, aparecen cargas eléctricas que transforman momentáneamente la roca aislante en un semiconductor", explicaba.
Los especialistas también destacan a este fenómeno como una manera de predecir los movimientos telúricos ya que "las luces de terremotos también se han registrado antes y después del mismo", según Carreño, y completó que se pueden ver hasta cuatro semanas antes de que llegue el sismo.
2017-09-08