Defensores de derechos humanos denunciaron que Texas extendió su polémica cerca de alambres en la frontera con la mexicana Ciudad Juárez. Esta acción eleva el riesgo para los migrantes y desafía los reclamos del Gobierno de México, alertaron.
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, extendió la alambrada al límite de Texas con Nuevo México, donde ambos estados estadounidenses se unen con el estado mexicano de Chihuahua.
Buscan evitar que los migrantes que cruzan desde Ciudad Juárez por esa zona entren a El Paso.
Desde el lado mexicano, la agencia EFE documentó cómo la Guardia Nacional de Estados Unidos ponía barricadas de alambre de púas, como anunció Abbott en sus redes sociales.
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Rosa Mani Arias, coordinadora de la organización Abara, que presta servicios a migrantes, tachó de “cruel e inhumana” la medida del Gobierno de Texas.
Aseveró que esto daña los cuerpos de los migrantes, quienes resultan heridos ante la desesperación de intentar cruzar a Estados Unidos.
“Me tocó ver una manera muy inhumana y ahora veo que ya de plano son navajas, que ya de plano es un ‘no vas a entrar y no me interesa tu cuerpo, no me interesa tu persona’. Es muy triste, es inhumano y es cruel”, indicó la activista.
La especialista dijo que tras el largo recorrido de los migrantes, con todo el peligro que enfrentan, se atreven a meterse entre las barricadas de navajas pese a que de manera frecuente resultan lesionados.
“Me puedo poner en sus zapatos y saber que la desesperación te orilla a muchas cosas, es tan peligroso que volvemos a lo mismo. ¿Qué pasaría si un niño termina con su manita cercenada en uno de esos lugares? Es una catástrofe, es una desesperación total”, dijo la activista.
Crisis en la frontera
La situación en la frontera refleja el “aumento sin precedentes de personas migrantes en Centroamérica y México”, según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
La cifra alcanza los 10.000 migrantes que llegan a diario al límite con Estados Unidos, de acuerdo con el presidente de mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
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En este contexto, los choques entre México y Texas aumentaron en el último año. Esto se evidenció en julio, cuando el gobernador Abbott instaló alambres de navajas y un cerco de boyas en el fronterizo río Bravo; acción que López Obrador techó de “inhumana” y atribuyó a las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024.
Pero Mani Arias advirtió que el problema no es nuevo. “Vemos una política inhumana, definitivamente, van cambiando los actores, van cambiando las medidas; pero siempre va a estar enfocado al rechazo y a la decisión de no permitir que la movilidad humana sea de una manera digna”, insistió.
Con información de EFE.
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