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Después de décadas de dictadura y dos años de negociaciones y acuerdos, finalmente los tunecinos tienen desde el domingo una nueva constitución que será la base de una nueva nación democrática.
El documento es considerado una de las constituciones más progresistas del mundo árabe. Fue aprobada el domingo por la noche con 200 votos de 216 posibles en el país musulmán del norte de África que en 2011 inspiró con una revuelta que derrocó a su dictador la llamada Primavera Árabe en el resto de la región.
"Esta constitución, sin ser perfecta, es una de consenso", dijo el presidente de la Asamblea Mustafá Ben Jafar. "Tuvimos hoy una nueva cita con la historia para construir una democracia basada en los derechos y la igualdad".
El nuevo documento garantiza las libertades fundamentales y la igualdad de género. La constitución estuvo precedida por largas negociaciones entre el gobierno dominado por los islamistas y la oposición en gran medida secular.
En estos dos años, el país se vio afectado por un fuerte desempleo, protestas, ataques terroristas, asesinatos políticos y funcionarios que parecían más interesados en postularse que en terminar la carta magna.
En ese mismo periodo, Egipto redactó dos constituciones y pasó por un golpe militar contra un gobierno electo. Las constituciones egipcias fueron redactadas rápidamente por comités nombrados e involucraron poco debate público o retroalimentación. En Túnez, una asamblea electa conformada por islamistas, izquierdistas y liberales trabajó en una detallada hoja de ruta para su futuro político.
Los tunecinos esperan que el cuidado que pusieron al elaborar su carta magna haga la diferencia para el regreso de la estabilidad al país y dar garantías a inversionistas y aliados como Estados Unidos.
"Necesitábamos tiempo para obtener la constitución que tenemos hoy", dijo Amira Yahyaoui, quien siguió de cerca las actividades de la Asamblea Constituyente a través de su organización Bawsala. "Claramente, redactar esta constitución para hacer una transformación real de la mente de las personas necesitaba tiempo y no lamento para nada estos dos años; estoy feliz porque tuvimos tiempo para hablar y pensar sobre todos los argumentos".
La nueva constitución convierte a este país de 11 millones en una democracia, con un estado civil cuyas leyes no se basan en la ley islámica, a diferencia de otras constituciones árabes. Unos 28 artículos están dedicados solamente al resguardo de los derechos civiles, incluyendo la protección de la tortura, el derecho al debido proceso judicial y la libertad religiosa. Además, garantiza la igualdad entre hombres y mujeres ante la ley y el estado se compromete a proteger los derechos de las mujeres.