A cuatro días de los comicios israelíes, en la última jornada en que los medios pueden publicar encuestas; tres sondeos distintos indican que ni el bloque de partidos a favor de Benjamín Netanyahu; ni las formaciones que se le oponen contarían con una mayoría de escaños clara para formar coalición de Gobierno.
Los resultados siguen la tendencia de los sondeos de los últimos meses, hacen prever que la formación del próximo Ejecutivo dependerá de negociaciones entre partidos e ilustran el panorama político incierto de Israel. Las elecciones del próximo martes serán las cuartas en dos años; y como en las previas, no se augura que arrojen una mayoría suficiente de 61 escaños en un Parlamento de 120.
Las encuestas
Todas las encuestas señalan que el derechista Likud, del primer ministro, Netanyahu, será la fuerza más votada; por delante de una amplia gama de partidos de distintas ideologías. Con un 3,25%, el umbral para entrar en la Cámara es bajo, y esta suele componerse de gran cantidad de partidos pequeños que pueden decantar la balanza.
El sondeo de la emisora pública Kan pronostica una victoria del Likud con 31 asientos. En segundo lugar estaría Yair Lapid, del partido centrista Yesh Atid (Hay Futuro), que obtendría 19 escaños.
Por detrás quedarían los derechistas Yamina de Naftai Bennett, y Nueva Esperanza, de Guideón Saar, con 9 diputados. Les seguirían el ultraortodoxo Shas y la Lista Unida árabe, con 8.
Tras estos, vendrían Judaísmo Unido de la Torá, otra formación ultraortodoxa, y el ultraderechista Israel Nuestro Hogar, con 7.
Con 5, estarían el centro-izquierdista Partido Laborista y el Partido Sionista Religioso, de extrema derecha. Por último, ya con 4 escaños, habrían el centrista Azul y Blanco, de Benny Gantz, el izquierdista Meretz y el islamista Raam; una escisión de la Lista Unida árabe.
Con estas cifras, el Likud, los ultraortodoxos y el Partido Sionista Religioso, el bloque favorable a Netanyahu. tendrían 51 asientos, lejos de los 61 necesarios para formar Gobierno.
En este caso, dependerían de un posible apoyo de los 9 diputados de Yamina y de los 4 de Raam, algo incierto por la ambigüedad de Naftalí Bennett, que no afirmó claramente estar dispuesto a apoyar a Netanyahu. Además, incluir o depender del respaldo de los islamistas de Raam es un hueso duro de roer para los partidos sionistas de derecha, y algunos ya manifestaron su rechazo a esta posibilidad.
Por otro lado, el heterogéneo bloque de grupos contrarios a Netanyahu, que encabeza Lapid, lograría 56 escaños. En este caso, más allá de ponerse de acuerdo entre partidos con ideologías casi antagónicas, necesitarían también los 9 escaños de Yamina. Sin estos, un respaldo de los 4 escaños de Raam no sería suficiente.
Sondeos
En otro sondeo con resultados parecidos, el diario Maariv da 30 escaños al Likud, 19 a Yesh Atid y 10 a Yamina. Les siguen Nueva Esperanza, la Lista Unida, Shas e Israel Nuestro Hogar, todos con 8.
Judaísmo Unido de la Torá obtendría 6, y los laboristas, Azul y Blanco y el Partido Sionista Religioso se quedarían en 5. Meretz y Raam serían los últimos, con 4 escaños.
Nuevamente, ninguno de los dos bloques obtendría suficientes diputados como para formar una coalición de gobierno.
Un tercer sondeo del diario Israel Hayom aporta cifras similares: el bloque favorable a Netanyahu tendría 50 escaños, y el contrario quedaría en 60. En este caso, Raam no obtendría representación, y el único actor clave sería Yamina, con 10 escaños.
El 45% de consultados en esta encuesta cree que Netanyahu es el más adecuado para ser primer ministro, y el 25 % considera que es Lapid.
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