El pasado jueves 29 de abril, Pekín lanzó al espacio con éxito la cápsula Tianhe, que,con 16,6 metros de largo y 4,2 metros de diámetro, es la más grande que haya desarrollado China. Para ponerla en órbita, se usó el cohete Larga Marcha-5B Y2, diseñado específicamente para lanzar módulos de la estación espacial a la órbita terrestre baja.
Sin embargo, poco después de su lanzamiento, la etapa central del cohete experimentó dificultades y entró también en la órbita baja de la Tierra. El propulsor comenzó a girar sin control y es probable que realice una reentrada incontrolada desde la órbita en los próximos días, con lo que podría caer sobre zonas habitadas de la Tierra, advierte SpaceNews. Si esto ocurre, será uno de los objetos fabricados por los seres humanos más grandes en caer en nuestro planeta de manera descontrolada, ya que mide alrededor de 30 metros de largo y cinco de ancho.
Caída impredecible
Está previsto que el cohete Larga Marcha-5B Y2 se queme al atravesar la atmósfera terrestre, pero los escombros sí podrían precipitarse sobre la superficie terrestre. Lo más normal es que caigan al océano o en áreas deshabitadas, aunque existe siempre la posibilidad de que caiga en zonas habitadas, amenazando vidas humanas y propiedades. A este peligro se suma la dificultad que supone no poder calcular dónde y cuándo caerá la máquina, pues la velocidad del proceso depende del tamaño y densidad de cada objeto, así como de otras variables que incluyen variaciones atmosféricas y fluctuaciones que tienen que ver con la actividad solar y otros factores.
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