Un proyectil de mortero alcanzó a un taxi en el sur de Afganistán el domingo, matando a por lo menos cinco civiles, entre ellos dos menores.
El vocero de la policía local Jamal Naser Barekzai culpó al Talibán por el ataque ocurrido en la provincia de Kandahar, aunque la milicia islamista negó haber sido responsable.
Tanto el Talibán como el gobierno afgano suelen culparse mutuamente por ataques contra civiles. Rara vez los perpetradores son identificados, y casi nunca surgen a la luz pública los resultados de las investigaciones en torno a hechos violentos.
La guerra entre el Talibán y el gobierno afgano se ha intensificado en días recientes a medida que Estados Unidos y la OTAN finiquitan los detalles para su retirada del país. El Talibán está ahora tratando de conquistar las capitales provinciales, tras control franjas más pequeñas en meses recientes.
El general Ajmal Omar Shinwari, vocero de las fuerzas afganas, expresó el domingo en conferencia de prensa que tres provincias del sur del país están amenazadas. El ejército ha lanzado un operativo contra el Talibán en la provincia Helmand en el sur, añadió.
El gobernador de Helmand, Ataula Afghan, aseveró que el Talibán había afianzado su presencia militar en la capital regional Lashar Gah, confirmando que los insurgentes ahora controlan el 7mo distrito de esa ciudad.
AP
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