La vicepresidenta electa de Estados Unidos, Kamala Harris, recibió este martes delante de las cámaras de televisión la vacuna contra el COVID-19. En el único hospital público de Washington DC. En un intento de disipar la desconfianza entre la población ante la inmunización: "Se trata de salvar vidas", subrayó.
Harris se puso la vacuna de la empresa biotecnológica Moderna, la segunda que obtuvo la autorización de emergencia por parte de las autoridades de EEUU. Tras ponerse la vacuna, Harris bromeó con que apenas había sentido la inyección.
Ese centro está en la zona 8 de urbe, con una población predominantemente afroamericana y la más castigada por la pandemia. Con el 20% de las muertes por COVID-19 de la ciudad.
"Quiero animar a todo el mundo a ponerse la vacuna, es relativamente indoloro, es realmente rápido, es seguro". Dijo la vicepresidenta electa a los periodistas, al tiempo que aseguró que estaba deseando recibir la segunda dosis.
Subrayó que confía en los científicos, quienes, recordó, crearon y aprobaron la vacuna.
Dirigiéndose a los estadounidenses, instó: "Cuando sea su turno, póngase la vacuna, se trata de salvar sus vidas, las de los miembros de su familia y las de su comunidad".
En las últimas semanas varios políticos recibieron la vacuna contra el COVID-19 en el país para generar confianza entre el público.
La semana pasada lo hizo el presidente electo Joe Biden, a quien se le administró el suero de la farmacéutica Pfizer. Días después de que lo hicieran el vicepresidente saliente, Mike Pence, y los líderes demócrata y republicano del Congreso, Nancy Pelosi y Mitch McConnell.
La Casa Blanca no reveló si Trump, quien contrajo COVID-19 en octubre y se recuperó tras tomar un cóctel experimental de anticuerpos, efectivamente la vacuna.
Estados Unidos supera ya los 19,2 millones de casos confirmados y las 334.600 muertes por la COVID-19, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
EFE
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