El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional 17 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) condenó a cadena perpetua al barbero venezolano que mató a puñaladas a su pareja, Mayerling Mariana Blanco Bravo, en abril de 2021 en el barrio porteño de Flores.
José Antonio Rangel Moyeton, de 30 años, quedó condenado por el delito de “homicidio doblemente agravado por haber sido cometido contra una persona que mantenía una relación de pareja y por haber mediado violencia de género”.
La fiscal que llevó adelante la acusación, María Luz Castany, explicpo que “este caso es un femicidio íntimo”. Puntualizó que el crimen está acreditado a que eran pareja, algo con lo que coincidieron los jueces Juan Giudice Bravo, Pablo Vega y Silvia Guzzardi.
Mariana era una joven de 25 años que le había expresado a Rangel Moyeton sus intenciones de terminar con la relación. La mujer buscaba escapar de la violencia que ejercía el sujeto tras cinco años de convivencia.
Una de las heridas más graves fue la del tórax, la cual le causó una lesión en el pulmón y la pleura. Esto provocó grandes hemorragias internas y externas.
Su hijo presenció el crimen
El hijo de la pareja presenció el asesinato de su madre, en ese momento tenía tan solo tres años.
Una cuñada de la víctima y una vecina localizaron el cuerpo cerca de las 07:30 de la noche, en el departamento de la planta baja del edificio ubicado en la calle Yerbal al 2984. El menor de edad fue clave para la investigación, ya que confirmó que su padre apuñaló a su mamá.
Cuando las mujeres llegaron al departamento, se encontraron en la puerta con el asesino quien alegó que se iba del lugar por haber mantenido una discusión con Mariana. Sin embargo, se dio a la fuga.
Cuatro días después, el hombre quedó detenido en el barrio de Balvanera en un hotel ubicado en la esquina de Castelli y Avenida Rivadavia, donde se escondía.
La familia de la víctima aseguró que la mujer recibía constantes amenazas, por parte de Rangel, en las que advertía que “la mataría si lo dejaba”. Esa situación se profundizó durante el último tiempo de la relación.
Convivieron tres años en Venezuela
Esta no es la primera causa por homicidio que afronta el hombre, ya que fue condenado en Venezuela por el mismo cargo.
La fiscal destacó ese hecho en su alegato y luego agregó que “estaba planificando matarla, como si fuera un objeto de posesión”.
La representante del Ministerio Público Fiscal aseguró que, durante el juicio, quedó comprobado que la joven vivía violencia constantemente. Los testigos mencionaron que vieron golpeada a Mariana varias veces, y que se los escuchaba discutir a menudo.
De hecho, pudo comprobarse que diez días antes de su muerte, la mujer tenía un moretón en el ojo, resultado de un golpe del asesino. “Me duele más a mí que a ti, créeme”, escribió Rangel Moyeton en un chat del 8 de abril de 2021, luego de que Mariana le reclamara por su ojo.
“El móvil del femicidio tuvo que ver con que Mariana no quería estar más con él, por eso ella mostró los mensajes y después pasó lo que pasó”, defendió la fiscal, reseñaron medios locales.
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El agresor quiso culpar a su pareja
Castany recordó que el asesino acusó a la víctima, a modo de excusa en la indagatoria, de no ocuparse de su hijo, de haber violentado al menor y de tener problemas de adicciones.
Frente a esto, la fiscal defendió su postura al señalar que no se debe apuntar a la mujer como responsable de lo ocurrido o plantear los casos de violencia de género como si fueran “un conflicto entre pares o una relación meramente disfuncional”.
“Los estereotipos y prejuicios de género en el sistema judicial tienen gravísimas consecuencias porque pueden hacer que los jueces interpreten erróneamente las leyes”, remarcó durante su alegato.
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