Desde que era niña, Dorianny Díaz entendió que su vocación estaba en conectar con los demás a través de la palabra, la imagen y la presencia. Hoy, esa pasión se ha convertido en una carrera sólida y versátil que abarca desde el periodismo hasta la gerencia comunicacional, pasando por la producción televisiva y las relaciones públicas estratégicas. Dorianny no solo informa: crea conexiones que transforman marcas, instituciones y personas.
La historia de Dorianny empieza en su ciudad natal Maracay, Venezuela, entre castings, concursos de belleza y clases de canto, baile y oratoria. Desde muy joven, se sintió atraída por el mundo del espectáculo y los medios. “Soñaba con ser reportera de televisión o tener mi propio programa”, recuerda. Su madre, gran aliada en esa etapa, la acompañaba a cada audición.
Aunque con el tiempo su carrera tomaría otros matices, esa primera etapa fue clave. “Participar en concursos como Mini Venezuela o Reina de Ferias de San José me ayudó a ganar seguridad, disciplina y soltura para expresarme”, cuenta. Fueron esas herramientas las que le abrieron las puertas para producir y conducir "A Todo Color", su propio programa de televisión local, durante cuatro años mientras estudiaba en la Universidad Bicentenaria de Aragua.
Con el tiempo, descubrió que su talento iba más allá de las cámaras. Empezó a desarrollar un interés profundo por la planificación estratégica, la organización de eventos, la gestión de crisis y la construcción de mensajes claros y efectivos para marcas e instituciones. Así, se especializó en Relaciones Públicas y Gerencia Comunicacional, una combinación que le permite combinar creatividad con dirección, empatía con análisis. “He trabajado con empresas e instituciones ayudándolas a comunicar mejor, a crecer, a conectar con su público de manera genuina. Eso me apasiona tanto como estar frente a una cámara”, afirma.
Diaz, se ha destacado en varias áreas: periodismo, producción audiovisual, relaciones públicas, comunicación organizacional. Y aunque disfruta cada una, lo que más valora es lo que todas tienen en común: la posibilidad de impactar positivamente. “De cada experiencia saco un aprendizaje distinto, y eso me ayuda a resolver situaciones diarias tanto en lo profesional como en lo personal”, dice. Para ella, el éxito no está en especializarse en una sola cosa, sino en entender cómo se conectan las piezas para ofrecer soluciones completas y humanas.
Cuando se le pregunta qué la diferencia de otros colegas, su respuesta es firme: “Siempre logro lo que me propongo, aunque el camino sea difícil. Tal vez me tarde, pero llego”. La constancia, la ética y el respeto por los procesos son pilares de su forma de trabajar. Además, tiene una filosofía clara: nunca cerrar puertas con conflictos. “No hay que dejar espinas en el camino porque a veces hay que volver, y no sabes si tendrás zapatos para caminar de nuevo por ahí”, reflexiona.
Más allá de los títulos, Dorianny se define como una comunicadora por vocación, una mujer de fe, creativa y resolutiva, capaz de ponerse en los zapatos del otro, de adaptarse al cambio y de aprender siempre. Su mayor habilidad, dice, es hacer todo con amor y organización: “Trabajo con metas claras, tiempos definidos y mucho compromiso. Soy de las que hace doble check en sus listas de crecimiento personal y profesional”. Dorianny Díaz sigue construyendo su camino, sumando experiencias, ayudando a empresas a contar mejor sus historias y, sobre todo, fiel a su esencia: comunicar con sentido, con pasión y con alma.
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