Desde que era niña, Lorena Céspedes sabía que el periodismo sería parte esencial de su vida. Creció imaginando entrevistas y reportajes, no como juegos infantiles, sino como una proyección real de lo que algún día haría. “Veía en esta profesión la oportunidad de indagar, investigar, escuchar miles de historias y llevarlas al mundo”, recuerda. Haber crecido en Colombia —un país tan diverso y hermoso como complejo— alimentó su curiosidad por entender el porqué de las cosas y su deseo de transformar realidades.
Aunque es la primera periodista en su familia, Lorena encontró en su entorno un espacio donde la creatividad y la libertad de expresión eran bienvenidas. Viajar y conocer otras culturas amplió aún más su perspectiva, marcando un rumbo claro hacia el periodismo.
La política fue el área que más le atrapó. Para Lorena, no se trata solo de leyes y debates, sino de la forma en que estas decisiones impactan la vida cotidiana de la gente. “La política define un país y, con ello, el contexto, las creencias y las oportunidades de su gente”, afirma. Durante su maestría, le tocó cubrir eventos de gran impacto mundial, como la guerra en Ucrania, el ataque de Hamas a Israel y unas de las elecciones más mediáticas en la historia reciente de Estados Unidos. Estas experiencias confirmaron que su vocación estaba en contar las historias políticas que importan, aquellas que invitan a la reflexión y al entendimiento.
Lorena es consciente de que ejercer el periodismo hoy no es tarea sencilla. Entre los mayores retos menciona la lucha contra la desinformación que circula en redes sociales, el impacto de la inteligencia artificial en la profesión, la censura y la violencia contra periodistas, y la creciente confusión entre el trabajo periodístico y el de los creadores de contenido. Para ella, es vital que la sociedad reconozca el valor del periodismo auténtico, capaz de narrar con rigor y humanidad.
Aunque disfruta cubrir temas de política, Lorena siente un vínculo especial con las historias que dan voz a quienes pocas veces son escuchados. Uno de sus trabajos más significativos fue sobre el encarcelamiento masivo de personas con adicciones y enfermedades mentales. “Ese tipo de historias me enriquecen, me hacen reflexionar y cuestionar, y creo que son las que más conectan con la audiencia”, asegura.
Su juventud no le ha impedido destacar por un enfoque crítico y analítico poco común entre periodistas de su generación. Se define como auténtica, intuitiva, empática y creativa, con la capacidad de traducir temas complejos para audiencias diversas. “Trato de ponerle humanidad a mis historias. No se trata de vender la noticia, sino de hacer que la gente la entienda a través de la empatía”, afirma.
Además de su especialización en comunicación política y económica, Lorena cuenta con experiencia en estrategia digital, posicionamiento de marca, liderazgo editorial y gestión de proyectos de alto impacto. Su versatilidad, sumada a su sensibilidad y fortaleza, la han convertido en una voz fresca, pero sólida, dentro del periodismo. En un entorno donde la información se consume a velocidades vertiginosas, Lorena Céspedes representa una generación de periodistas que, sin renunciar a la tecnología, mantienen intacto el compromiso con la verdad y la profundidad de las historias.
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