Los ciudadanos venezolanos que salen de su país mantienen fanatismo por el béisbol en el territorio colombiano.
En un país donde predomina el fútbol, los migrantes se integran en una liga de Bogotá y han creado redes de apoyo. “Es como tener un pedazo de Venezuela aquí”, expresan muchos aficionados, según la publicación de The New York Times.
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En la ciudad de Bogotá, capital de Colombia, la mayoría de la población conoce poco de ese deporte. Y en la entidad, solo cuentan con dos campos públicos para practicar la disciplina.
Sin embargo, el Estadio Distrital Hermes Barros Cabas, durante cualquier fin de semana, grupos de niños vestidos con los uniformes de sus equipos llenan el campo principal.
Según el medio citado, en un domingo reciente, las instalaciones estaban abarrotadas, los entrenadores hacían prácticas de bateo; los niños atrapaban bolas que rodaban por el campo o tiros elevados.
De los 500 jugadores de la Liga de Béisbol de Bogotá, la gran mayoría proceden de la vecina Venezuela, señala la publicación de The New York Times.
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“Dondequiera que vaya, al país que sea, yo me llevaría mi indumentaria de árbitro”, dijo el árbitro principal de la liga, Pastor Colmenares, de 50 años.
El venezolano salió de Venezuela en 2017, en busca de nuevas oportunidades. Su única maleta iba cargada de su equipo de béisbol.
Muchos venezolanos enfrentan adversidades en el territorio extranjero y, en algunos casos, reciben un trato hostil por parte de los colombianos. Para ellos, la liga de béisbol es un refugio.
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