El Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte de Ucayali, Perú, ordenó prisión preventiva a un venezolano por los delitos de homicidio simple, fabricación, comercialización, uso o porte de armas, extorsión en grado de tentativa y homicidio calificado.
De acuerdo con el reporte oficial permanecerá recluido de forma preventiva durante nueve meses en el Penal de Pucallpa, mientras se llevan a cabo investigaciones en su contra.
El venezolano detenido está identificado como Jesús Eduardo Hernández Araujo.
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Prisión preventiva a venezolano investigado por cuatro delitos
La medida de prisión preventiva se basó en la existencia de elementos que indicaban la participación del acusado en delitos graves.
Así como en la evaluación del riesgo de fuga y peligro para la sociedad. La jueza consideró que esta medida era necesaria para garantizar la adecuada administración de justicia y la seguridad pública.
Se presentaron testimonios y actas de intervención policial que detallaban cómo el acusado había disparado contra efectivos policiales durante una intervención.
Estos documentos respaldaban la existencia de un arma de fuego en posesión del acusado y su disposición a usarla contra la policía, lo que constituye un grave riesgo para la seguridad pública.
La jueza evaluó la situación del acusado en términos de arraigo domiciliario, familiar y laboral. Aunque se presentaron documentos para respaldar estos aspectos, la jueza consideró que no eran suficientes para contrarrestar el riesgo de fuga, especialmente dada la nacionalidad del acusado y su situación migratoria irregular.
La magistrada precisó que la medida de prisión preventiva era proporcional a la gravedad de los delitos imputados y necesaria para asegurar la comparecencia del acusado durante el proceso judicial.
Hechos denunciados
El pasado 29 de marzo de 2024, a las 10:00 de la mañana, Hernández Araujo y otro individuo abordaron un motocarro para presuntamente amenazar a Sarita Milagros Pinedo Chino, exigiéndole el pago de una deuda bajo amenaza de atentar contra su vida y la de su hija.
Posteriormente, alrededor de las 22:00 horas del mismo día, cuando Sarita Pinedo Chino y su esposo Jhon Aristides Jones Paredes se encontraban frente a su domicilio en el jirón Revolución, en Callería, un automóvil negro de marca Toyota que transportaba a dos personas se estacionó a pocos metros de ellos.
El conductor del vehículo, identificado como Walter Antonio Chino Pinedo, hizo señas al agraviado Jhon Jones para que se acercara, momento en que este último comenzó a reclamarle debido a que presuntamente su hermano -de Walter Chino- junto al venezolano, había amenazado a su esposa con un arma de fuego por la mañana.
Durante la discusión el agraviado notó que Walter Chino descendió del vehículo y que el imputado, quien se encontraba como copiloto, manipulaba un arma de fuego. Ambos habrían intentado meter al denunciante en el vehículo abriendo la puerta trasera, pero este forcejeó con sus agresores.
Entre el forcejeo, según contó la víctima, el imputado sacó el arma de fuego y disparó contra él. Ante esta acción, el agraviado corrió para salvar su vida, mientras que el investigado y su cómplice lo persiguieron en el automóvil, realizando otro disparo en el proceso.
La persecución
Vecinos y familiares salieron en defensa de los Jhon Jones y persiguieron al vehículo de los agresores, que se dio a la fuga por el Jr. Perú.
Simultáneamente, el personal de Emergencia del Grupo Tema de la Policía Nacional, que realizaba patrullaje preventivo en la intersección de la avenida Bellavista, escuchó dos disparos de arma de fuego y se encontraron con Jhon Jones, quien les informó los hechos.
La persecución llevó a los involucrados por diferentes calles hasta llegar al jirón Sucre, donde el automóvil fue estacionado. Tanto Walter Chino como Jesús Hernández ingresaron a un local, mostrando una actitud violenta y obstaculizando la intervención policial.
Finalmente, solo el venezolano quedó localizado entre el jirón Comandante Barrera y el jirón Sucre, donde al intentar acercarse, el oficial de policía Rodríguez Muñoz quedó recibido con disparos.
Luego de una breve confrontación, Jesús Hernández intentó huir nuevamente, pero lo capturon en un taller de mecánica ubicado a pocos metros.
Tras su detención, al venezolano se le confiscó un arma de fuego, una pistola marca Glock, color negro, con la serie borrada, cargada con cuatro cartuchos y un cartucho adicional en la recámara. El imputado admitió ser el propietario del arma, pero no pudo proporcionar documentación que acreditara su procedencia legal.
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