Un joven venezolano, de 26 años de edad, murió tras ser atropellado en la ciudad de Curicó, Chile. Sus familiares acudieron ante las autoridades de la Fiscalía para exigir justicia, debido a que la persona que lo arrolló sigue en libertad.
La víctima quedó identificada como Simón Parra Marín, quien trabajaba como repartidor. El mismo falleció durante la noche del pasado miércoles, 28 de mayo, tras ser embestido por un vehículo particular en la intersección de calle Carmen con avenida Camilo Henríquez, en el centro de Curicó, informó el medio digital El Vinotinto Cl.
El joven motorizado fue arrollado mientras trabajaba a bordo de su motocicleta. Su pareja, Verónica Ramírez, denunció públicamente que, a una semana del hecho, ni la Fiscalía o la policía se han comunicado con ella ni con los testigos que estuvieron presentes en el lugar.
“Pasaron el caso a Fiscalía sin tomar declaraciones. Nadie me ha llamado, nadie me ha dicho quién fue la responsable”, afirmó.
Según el testimonio de Ramírez, la conductora involucrada en el accidente intentó huir tras la colisión y fue retenida por un testigo. “Lo deja tirado y no le prestó ayuda. No queremos venganza, pero exigimos que pague por lo que hizo”, declaró.
Este jueves 5 de junio, la joven acudió a Fiscalía acompañada por familiares y compañeros de trabajo de Simón para exigir justicia. Además, hizo un llamado urgente a testigos del accidente para que colaboren con sus versiones. “Fiscalía nos está pidiendo testigos. Si viste algo, por favor, comunícate con nosotros”, pidió Ramírez.
Simón y Verónica llevaban siete años juntos y querían formar una familia en Chile.
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