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Al menos cuatro cuadras ocupan manteleros de la Baralt (+Fotos y video)

Miércoles, 10 de agosto de 2016 a las 08:00 pm
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César Mijares | [email protected]

Zapatos, ropa, libros, repuestos para celulares, colchonetas de niño y hasta cilindros para puertas, es lo que se puede encontrar bajando por la avenida Baraltentre la Plaza Miranda y Quinta Crespo, en los más de 20 manteles de comerciantes informales que hay en las aceras de la mencionada avenida, donde consiguen precios desde Bs. 100 hasta Bs. 5000.

Los trabajadores informales, que ocupan al menos cuatro cuadras, en su mayoría, han sido vendedores independientes, sin embargo, hay quienes han tomado la modalidad de venta de mercancía para subsistir debido a la fuerte situación del país, y que según comentan, en estas condiciones de ventas, se exponen a los abusos policiales.

Marlon Hurtado, es uno de los más de 40 comerciantes que hay bajando hacia Quinta Crespo. Era barbero y ahora se dedica a la venta de mercancía que le traigan los revendedores “ahora soy buhonero, vendiendo aquí me da para pagar alquiler, comprar comida y aún me queda plata. Trabajaba la barbería pero no me pareció rentable. La situación del país está muy difícil”.

Los compradores y curiosos son muy comunes, sin embargo, la mercancía sale con facilidad debido a que los precios son sumamente bajos. Son objetos totalmente usados y no todos está en buenas condiciones.

Es un buen negocio

Para Tania Pacheco, también es “un buen negocio” trabajar de forma independiente y con más de diez años como vendedora ambulante, afirma que tiene tres hijos y es sostén de hogar “yo vengo del mercado de Catia. Aquí vendo lo que me traigan, por ahora tengo ropa de niña, faldas, celulares, repuestos, cables y jeans. Los precios van a depender de lo que quiera el cliente y van desde Bs. 1000 y Bs. 1500”, comentó.

La policía nos quita la mercancía. Antes podríamos recuperarla, pero ahora quedamos robados. Nos hacen correr y nos quitan todo cuando quieren, nos amedrentan y agreden. Sufrimos abusos pero seguimos trabajando debido a lo difícil que está la vida en Venezuela”, dijo José González, comerciante de 32 años de edad, habitante de Caracas y con 20 años como vendedor.

Indica que a su puesto, llegan a venderle cualquier cosa, si está en buen estado, la compra y la ofrece a sus clientes. Lo más caro cuesta Bs. 2000 y dispone de zapatos, pendrives, calculadoras, y algunas carteras “es un negocio rentable debido a que todo está caro en Venezuela, nosotros damos precios muy económicos. Comercializamos cosas usadas que tenga en la casa y que no son necesarias. Hay gente necesitada que me vende mercancía y yo a su vez la revendo aquí”, agregó.

“La situación me sacó a la calle”

El motorizado Luis Sánchez dejó el trabajo con su motocicleta debido a que una reparación le costaba Bs. 400.000 y su trabajo no le daba la liquidez que necesitaba para repararla, siendo este, un medio de transporte necesario para su empleo “la situación me llevó a trabajar en la calle. Yo era motorizado pero la moto se me dañó y no tenía los Bs. 400.000 para su reparación y decidí ser comerciante”.

Se dedica a vender artículos de ferretería, como candados, cilindros, destornilladores, alicates, enchufes, cable, apagadores y cerraduras, en un precio módico y más al alcance de los venezolanos “en una ferretería consigues un cilindro en Bs. 11.500, aquí yo los tengo en Bs. 2000. Lo más caro cuesta Bs. 5000 y aun así se vende” comentó.

Los compradores aprovechan los bajos precios, sin embargo piden rebaja en oportunidades “a veces veo qué puedan vender que me sirva. No compro nada de ropa usada pero otro tipo de artefactos que están caros en una tienda, los consigues aquí. Un cargador normalmente cuesta Bs. 5000, aquí lo compre en Bs. 1500” dijo Cecilia Marchán, quien ha comprado varias veces.

Les molesta a los transeúntes

Los más de 20 buhoneros por cuadra, entorpecen el paso de quienes transitan en las aceras, pues afirman que en su mayoría están tomadas por los comerciantes y deben caminar por la calle. Los vecinos del lugar algunos se quejan del poco espacio que tienen y dicen que afea la imagen de la avenida, sin embargo, otros aprovechan de comprar.

Para Aurora Colmenares, esto no está bien, y afirma que la buhonería es totalmente ilegal “no estoy de acuerdo con que se vengan a la calle a vender. Deberían organizarse y solicitar que les habiliten un local, un centro comercial o algo donde no estorben. Siempre que paso por aquí tengo que estar caminando por donde pasan los carros debido a que la acera siempre está llena de gente y los vendedores no le dejan espacio al peatón”, comentó.

Asimismo, Juan José Laguna, indicó que no deberían permitir la colocación de los vendedores “no dan una buena imagen a la avenida Baralt. Se ve que la mercancía es fea, está en mal estado y hay que estar esquivando los manteles que colocan en el piso con sus artefactos”.

Finalmente, Gloria Angulo, dijo que hay comercios donde se hacen cola y el espacio es menor “hay que caminar entre la cola y los buhoneros. Esto no era así, ahora agarraron la mala costumbre de vender en plena acera. Las autoridades deberían hacer algo al respecto porque somos más los afectados que los vendedores”.

A pesar de que hay quienes compran y para los comerciantes, el negocio es rentable, la mayoría rechaza la estadía de los vendedores en la avenida, indicando que efectivamente, le resta espacio al ciudadano de a pie y le da una mala imagen a la ciudad