Cada 3 de julio se celebra el Día Internacional libre de bolsas de plástico. La efeméride tiene un objetivo claro: reducir las bolsas de plástico de un solo uso y fomentar su consumo responsable.
Las bolsas de plástico se han convertido en uno de los objetos más cotidianos y también uno de los más perjudiciales para el medio ambiente.
Algunos países, como Francia e Italia ya han prohibido la producción de bolsas de plástico y han reducido notablemente su consumo.
Sin embargo, Venezuela es uno de los países con mayor retraso en cultura de reciclaje. También carece de políticas que contribuyan a la disminución en el uso de bolsas plásticas.
El plástico de un solo uso: microtráfico en la cadena alimenticia
2001 entrevistó a dos profesionales de las ciencias biológicas y oceanográficas. El propósito, reflexionar acerca de la situación del uso y consumo de bolsas plásticas en el país en la actualidad.
El biólogo Alejandro Luy destacó que el impacto y la incidencia negativa del material plástico en el mundo son cada vez mayores.
Apuntó que, por tratarse de un elemento fabricado a partir de hidrocarburos, el plástico no se descompone. Esto significa que su presencia en el medio ambiente es de larguísima existencia.
“El plástico se degrada cada vez en partículas más pequeñas. Estas partículas entran a los ríos, a los mares, y por ende son consumidos por los peces. Asímismo, quedan impregnados en todo el ecosistema y alimentos que también digerimos. Por lo tanto, todos los humanos estamos llenos de plástico”, indicó.
En tal sentido, cree que es de vital importancia concienciar al respecto y que cada persona disminuya notablemente la manipulación de bolsas plásticas de un solo uso.
Al respecto, el oceanógrafo y director ejecutivo de la Fundación Caribe Sur, José Ramón Delgado, también manifestó su preocupación. Coincide en que el tema de los desechos de bolsas plásticas se ha convertido en una situación alarmante. Afirma que afecta directamente a la cadena alimenticia de los seres humanos.
“Las micropartículas de las bolsas plásticas, por ejemplo, al esparcirse en suelos y mares son digeridas por las aves y los peces. A su vez forman parte del régimen alimenticio de las personas. Allí hay un impacto directo en el organismo que de manera progresiva va a tener efectos dañinos en la salud”, precisó.
Delgado opina que la invención de las bolsas plásticas es una gran paradoja en el mundo civilizado. Subraya que el uso de las mismas vienen con puntos a favor y en contra en la vida diaria.
“Hoy en día las bolsas plásticas ofrecen un uso útil para muchas cosas. Almacenamos allí la basura o transportamos en ellas los alimentos. Sin embargo, el desecho indiscriminado de toneladas de basura con gran parte de plástico es lo que genera un gran foco de contaminación al medioambiente”, agregó.
El experto en oceanografía refirió que el plástico de un solo uso representa el 40 % del plástico en general que se produce cada año.
“Entonces, reducir el uso del plástico es una de las grandes batallas de la humanidad. Debemos asumir compromisos concretos para ello”, dijo.
En esa línea, piensa que la iniciativa de poner en marcha planes y actividades específicas para contrarrestar el plástico de un solo uso debe ser un trabajo mancomunado entre el Estado, las organizaciones y fundaciones ecológicas y la sociedad.
Campaña de no uso de bolsas plásticas y pago por ellas que se desintegró rápidamente
Alejandro Luy, quien es también gerente general de la Fundación Tierra Viva, recordó una iniciativa positiva que se puso en marcha en el 2017 en Venezuela.
Recordó que, en el país, no existe ninguna legislación o reglamento orientado a reducir el consumo de bolsas plásticas.
No obstante, resaltó que para la época (2017) supermercados y otros establecimientos comerciales promovían el uso de bolsas biodegradables.
“Conocimos de casos donde los cajeros preguntaban: ‘¿Quiere una bolsa?’ Y al responder afirmativamente se reflejaba el costo de la misma en la factura de compra”, manifestó.
Sobre esa experiencia rememoró su carácter útil. Piensa que fue muy positivo, pues de esta manera las personas se abstenían de comprar bolsas plásticas y echaban mano de otras opciones para llevarse sus compras.
“Pero, todo fue como una moda o tendencia momentánea que desapareció y el país volvió al consumo desbordado de bolsas plásticas de un solo uso”, añadió.
¿Qué puedo hacer para reducir las bolsas de plástico?
1. Cargue siempre su bolsa ecológica en su cartera, carro o bolso.
2. Cuando haga una compra analice si esta la puede llevar en sus bolsillos, cartera o morral. No pida la bolsa – aunque sea gratis – si no la necesita.
3. No pida doble bolsa en los supermercados. Las bolsas pueden soportar hasta 8 kilos de peso.
4. Reutiliza las bolsas que tienes en casa. Por mucho que queramos reducir las bolsas, siempre se nos acumulan una buena cantidad en casa, ¡no las tires! puedes reutilizarlas para comprar o para bolsa de basura.
5. Recicla: en caso de tener que tirar bolsas porque están en mal estado, tíralas al contenedor de los plásticos.
6. Por último, comparta estas recomendaciones con su familia, sus amigos y sus vecinos. Al final ganamos todos.
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