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Zenaida Amador (ALN).- Nicolás Maduro sigue en la presidencia de Venezuela a un año de mandato ilegítimo. Mayor contracción de la economía, pobreza exacerbada, servicios públicos colapsados y recurrentes violaciones a los derechos humanos son el saldo de estos 12 meses durante los cuales el chavismo ha demostrado estar dispuesto a casi cualquier cosa con tal de sostenerse en el poder.
Entre enero y febrero de 2019 buena parte del mundo daba por hecho que Nicolás Maduro abandonaría pronto su segundo período de Gobierno que impuso por vías írritas, debido a las fuertes presiones tanto internas como internacionales que se desencadenaron como reacción a su postura antidemocrática.
Fue llamado dictador y más de 50 países lo desconocieron como mandatario, pero allí siguió, incluso después de que Juan Guaidó, como presidente de la Asamblea Nacional y dada la ilegalidad de su Gobierno, asumiera funciones ejecutivas de forma interina.
Las alianzas estratégicas con algunos gobiernos han sido su salvavidas. Principalmente Rusia, China y Turquía han cumplido un rol determinante en su permanencia pues, entre otras cosas, le sirvieron de válvula de escape frente al férreo cerco de las sanciones internacionales aplicadas principalmente por Estados Unidos.
Como parte de esa ambición del chavismo por sostenerse en el poder este fin de semana ocurrió un temerario ataque a la Asamblea Nacional (AN) que buscaba impedir la reelección de Juan Guaidó como Presidente.
La violencia y el poco cuido de las apariencias legales para nombrar unas autoridades en la AN han llevado, una vez más, a que el grueso de la comunidad internacional condene los hechos, desconozca a la directiva írrita que se impuso en el Parlamento y le dé su apoyo a Guaidó.
Para estas naciones carece de legalidad cualquier decisión aprobada por quienes se impusieron en la AN, lo que enturbia la expectativa de Nicolás Maduro de buscar por esta vía el aval para contratos petroleros y operaciones financieras, entre otras cosas, que con la Asamblea Nacional de mayoría opositora no consigue.
¿Qué esperar de Europa?
Se puede esperar que los hechos de la Asamblea Nacional hagan que la Unión Europea adopte una postura más firme frente a Nicolás Maduro, ya que durante estos últimos 12 meses la actitud pendular de la UE ha jugado a favor del mandatario chavista.
Guaidó señaló, por su parte, que Europa puede desempeñar un rol más activo para frenar el tráfico de oro que Nicolás Maduro ha estimulado para levantar recursos que lo sostengan, sin importar los daños ambientales ni la violencia que genera.
Europa tiene una buena acción que tomar en ese sentido para no permitir el tráfico de oro en Europa y catalogarlo, como en su momento se catalogó los ‘diamantes de sangre’, catalogar claramente lo que está sucediendo como ‘oro de sangre’- dijo el presidente de la Asamblea Nacional.
La idea de Guaidó es que Europa categorice el oro venezolano, que es usado por el régimen venezolano en conexión con el crimen organizado y otras redes irregulares. Una sanción de este tipo podría impedir que se siga alimentando “el paraestado”, señaló. No hay claridad acerca de lo que la UE pueda decidir finalmente, pero el comunicado de este jueves del Grupo de Contacto Internacional, liderado por Europa, fue claro al ratificar el liderazgo de Guaidó en la AN y en advertir a Maduro que con sus acciones complica la configuración de una solución pacífica para Venezuela.
Por su parte, Josep Borrell, máximo representante de la diplomacia de la UE, amenazó también este jueves con “medidas específicas” contra quienes participaron en la toma ilegal de la directiva de la AN y manifestó el pleno apoyo del bloque a Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional.
Asimismo, Isadora Zubillaga, en nombre de la representación diplomática de Guaidó en Europa, dijo al diario ALnavío que espera sanciones inminentes, y el eurodiputado, Leopoldo López, presentará una iniciativa en la Eurocámara para que la UE sancione a Luis Parra y a los diputados que se presentaron a la farsa de conformar una junta directiva paralela en la Asamblea Nacional, lo cual es lo mismo que ser parte del golpe de Estado contra Guaidó.
Rusia y Estados Unidos se enfrentan
Aun cuando hoy el centro de la atención de Washington se centra en el conflicto en el Medio Oriente, la situación venezolana también ha sido parte clave de la agenda diplomática de Estados Unidos en lo que va de enero. Además del anuncio de que vienen más sanciones individuales y económicas por el ataque a la AN, las autoridades estadounidenses han señalado hay una hoja de ruta para facilitar el cambio político en Venezuela. De hecho, el Departamento de Estado lanzó unas líneas de acción claras para una "transición negociada".
Pero más allá de esto, destacan los señalamientos de Elliot Abrams, comisionado especial de EEUU para Venezuela, sobre Rusia y el régimen de Maduro.
No hay que olvidar que el Gobierno ruso se ha convertido en la bombona de oxígeno de Maduro, comercializando más del 60% del crudo venezolano y con el claro interés de ampliar su presencia en los sectores minero y de hidrocarburos. De hecho, Rusia ya había expresado que Guaidó en la presidencia de la AN era una piedra en el zapato para varios cambios que se deben impulsar, en especial en el sector petrolero, lo que explicaría que -casi en solitario a nivel mundial- Moscú le haya dado su reconocimiento a la directiva írrita que se impuso por la fuerza en el Parlamento venezolano.
Aunque aclaró que “no nos gusta hablar mucho o muy específicamente de futuras sanciones”, Abrams dijo que Washington ya se prepara para sancionar a Rusia por su apoyo a Maduro, aunque esas sanciones no llegarán en lo inmediato.
Con información de AlNAVÍO
2020-01-10
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