Andreina Dominguez U. [email protected]
Los diputados opositores del estado Amazonas dieron el primer paso para cumplir con el Acuerdo del Diálogo Nacional establecido el pasado sábado, entre el Gobierno y la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Los parlamentarios Julio Ygarza, Nirma Guarulla y el representante de la región sur del país, Romel Guzamana, solicitaron ante la junta directiva de la Asamblea Nacional (AN) la desincorporación de sus cargos.
Durante la sesión ordinaria de este martes, se leyó la carta enviada por los legisladores indígenas, en donde se pide a la Asamblea Nacional para que quede sin efecto la juramentación del 28 de julio de este año.
En respuesta, el presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup, aceptó la decisión. Mientras que el segundo vicepresidente de la AN, Simón Calzadilla, indicó que el caso del estado Amazonas debe ser resuelto esta misma semana.
Por otra parte, el gobernador de la entidad, Liborio Guarulla, recalcó que “si hay diálogo los diputados de Amazonas deben salir voluntariamente de la AN”; a lo que agregó que si “entraron por votos volverán por más votos”.
Se acaba el desacato. Cabe destacar que entre los acuerdos alcanzados en la última reunión en torno al diálogo, fue la “resolución del caso de los diputados de Amazonas”, para que de esta manera se levante el “desacato” en el que se encuentra la AN por haber incorporado a dichos diputados, que según el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) no deben ejercer sus funciones por el supuesto fraude electoral que hubo en la entidad durante la consulta del 6-D.
En contexto. En efecto, los convenios surgidos en las mesas de diálogo, han sido objeto de innumerables críticas en los últimos días. Un considerable sector de la sociedad venezolana, -a través de las redes sociales-, ha manifestado su rechazo con lo consensuado, por considerar que son resultados abstractos e insuficientes.
Ante esta situación, Luis Salamanca, politólogo, comenta que se debe tener un criterio de análisis ajustado a los intereses de ambas fuerzas políticas, especialmente en el caso de la oposición “que ha recibido toda la andanada de la opinión pública”.
“Hay mucha gente que le critica a la MUD cosas que no son cuestionables, por ejemplo, hay quienes dicen que la expectativa con ese acuerdo era un cambio de Gobierno, y hay que aclarar que eso no estaba dentro de los puntos que llevaba la Unidad”, alegó.
Asimismo, añadió que el referendo revocatorio tampoco estaba incluido en la Mesa de Diálogo. “La MUD llevó cinco puntos, que eran: elecciones generales en 2017, liberación de presos políticos, resolución del conflicto de los diputados de Amazonas, renovación del Consejo Nacional Electoral (CNE) y restitución de las facultades de la Asamblea Nacional; y en función de eso, es que tiene que evaluarse”, insistió.
Lenguaje. Según el analista, las expresiones: “boicot económico, personas detenidas” -presentes en el Acuerdo del pasado 12 de noviembre-, demuestran que tanto el oficialismo como la oposición cedieron ante la petición del Vaticano, de dejar atrás el lenguaje agresivo.
“En una situación como esa, en la que se busca un acuerdo entre dos adversarios muy poderosos, obviamente el neutral que, en este caso, es la Santa Sede, solicitó evitar el uso del vocabulario que suelen usar tanto el Gobierno como la oposición; por eso supongo que utilizaron otras expresiones”, subrayó.
A su juicio, el hecho de que se diga “personas detenidas” y no “presos políticos”, no significa que se esté abandonando la lucha por lograr la liberación de estos dirigentes y ciudadanos, sino que forma parte del proceso de negociación; un punto que debe ser bien explicado al pueblo venezolano por parte de los representantes opositores.
Salamanca destaca que a pesar de que los resultados del diálogo tienen deficiencias, no debe utilizarse para desvalorizar a la alianza opositora, pues a pesar de ello, se lograron puntos importantes, como el nombramiento de los nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral y la restitución de las facultades en la Asamblea Nacional.
“Lo que está alcanzando la Unidad Democrática puede perjudicar al Gobierno a largo plazo”, precisó.
Sin embargo, el analista considera que para que hayan frutos del diálogo “es imprescindible que se establezca un cronograma de trabajo “con pasos concretos” y se trabaje en función de esa agenda.
El dato
8 meses esperó la Asamblea Nacional (AN), para que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) diera una respuesta al caso de los diputados indígenas. El 30 de diciembre de 2015, el Poder Judicial aceptó las denuncias de fraude y paró su proclamación
2016-11-15