Al dejar a un niño en la escuela se genera la incógnita de qué tan seguro puede ser el lugar, si los niños no se ven expuestos a ningún peligro o si la infraestructura es lo suficientemente segura para ellos.
Tanto los colegios como los parques de recreación, o cualquier lugar donde los pequeños hagan vida para divertirse y distraerse, deben presentar condiciones aptas para su resguardo.
Cecodap destacó a 2001 recientemente que la seguridad no puede estar condicionada a la supervisión de un representante.
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En los salones de clase se debe tener un plan de riesgo para saber a qué están expuestos los menores de edad y qué se debe hacer cuando ocurre algún accidente.
Lo recomendado es que los docentes tengan acceso a un botiquín de primeros auxilios.
Estos deben tener materiales básicos como jarabes para la fiebre, curitas, gasas, alcohol y otros implementos.
De igual forma, también aplica para toda empresa u organización que se dedica a trabajar con menores de edad, como piscinas, parques abiertos, circos, etcétera.
En el nivel de educación inicial, la infraestructura debe ser acorde a la edad de los niños.
Por ejemplo, no tener espacios donde el alumno pueda subirse porque esto puede provocar una caída.
Cabe destacar que la educación de un menor entre los 3 y 6 años requiere más atención y responsabilidad.
Seguridad de niños
Elizabeth Castillo, maestra de segundo nivel, expresó a 2001 que la hora del recreo debe ser en un sitio sin riesgos.
Si se trata de un patio con un parque, es fundamental que este se encuentre en buenas condiciones, con materiales resistentes, sin ningún tipo de falla, con todos sus tornillos y ninguna zona afilada o que pueda causar un accidente.
“Si es un parque con tierra es importante que no haya piedras y que el único riesgo que corran los niños sea ensuciarse”, expresó.
Las piedras deben quitarse para que los chicos no jueguen con ellas, ni se caigan y puedan golpearse.
Todas las instituciones deben tener validados sus permisos de funcionamiento, evaluados por un grupo de bomberos quienes dan el visto bueno.
Supervisan la estructura y salidas de emergencia, entre otros.
Cuando se trata de preescolar, la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (Fede) realiza una supervisión para evaluar la seguridad de las instalaciones de un kínder.
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Condiciones
Una encuesta realizada a principios del 2023 por la Asociación Civil Con la Escuela reveló que 44,3 % cuentan con aulas en mal estado.
“La condición de la infraestructura, espacios pedagógicos, equipamiento y servicios básicos no solo no cumplen con los criterios de adecuación para garantizar el derecho a la educación, sino que, incluso ponen en riesgo la efectividad de los días de clases”, expresan en el informe.
Entre las faltas señalan que las escuelas no tienen pupitres suficientes para la matrícula inscrita, los educadores carecen de escritorios óptimos y 27,3 % de los pizarrones están deteriorados.
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