Redacción 2001
El contrabando manda pese a los esfuerzos que realizan los gobiernos de Colombia y Venezuela
Todo fluye en la frontera: gasolina, productos de cuidado personal y de primera necesidad, divisas. El fotógrafo Jacob Atircopy Osorio fue desde el Zulia hasta el poblado de Uribia en el norte de la península de la Guajira y pudo recolectar este testimonio fotográfico de cómo se bachaquea en la frontera.
Una realidad que persiste a pesar de los esfuerzos que hacen los gobiernos de los dos países, desde el pasado enero de 2014, cuando los presidentes Santos y Maduro activaron planes especiales para combatirlo.
La ruta seguida por el fotógrafo fue desde el Mercado Los Filuos en la Guajira venezolana hasta el poblado de Uribia en la Guajira colombiana, con paso por Maicao.
A lo largo del lado venezolano de la frontera hay muchas estaciones de servicios abandonadas y las que funcionan presentan larga colas. Para comprar el preciado combustible se debe tener el chip de control
Pero desde el mercado Los Filuos en los alrededores de Guarero se comienzan a ver los pipotes de gasolina. Vendedores informales los tienen al borde las calles y carreteras, como si fuesen panelitas de San Joaquín o alguna otra mercadería.
Aquí, en el lado venezolano, el litro de combustible se paga a Bs. 40, pero su valor va aumentando a medida que se acerca uno a la frontera. Igual es un diferencial enorme con respecto al precio oficial.
Es cotidiano ver personas vaciando los tanques de gasolina de los carros en plena calle, pues son usados como medio de transporte del combustible fósil desde Maracaibo y otros puntos cercanos.
El paso de lado a lado de la frontera se hace por cualquier medio. Por ejemplo, en motos cargadas con bidones cargados muchos la llevan hasta la frontera donde la pagan a un mejor precio.
Entre Maracaibo y Maicao hay unos 100 kms y en los sectores cercano a la frontera es normal ver viajeros como el de la foto. Deben cuidarse de los puntos de control de la GNB para que la mercancía llegue a su destino.
Del lado colombiano, en las calles de Maicao, se encuentran productos provenientes de Venezuela y que escasean acá ¿Cómo cruzan la frontera? ¿Dónde se consiguen en nuestro país? Interrogantes
El cuidado y la cautela que hay que tener para vender los productos en Venezuela no son necesarias en Maicao. Buhoneros a plena luz del día ofrecen las mercaderías sin pudor ni temor.
No solo se consiguen productos, sino la posibilidad de cambiar bolívares por moneda extranjera: pesos colombianos, dólares. El flujo de monedas es permanente. Quienes están en Colombia necesitan bolívares para adquirir los bienes y productos en nuestro país.
El litro de gasolina proveniente de Venezuela se puede pagar a 80 Bs.de aquel lado de la frontera. Un precio que sigue siendo más económico que el precio internacional, si se toma a tasa Simadi o de dólar paralelo.
Maicao es una ciudad que se nutre del bachaqueo proveniente de Venezuela y donde reina el comercio informal.
A dos horas de Maicao, hacia el norte de la Guajira, se llega a Uribia, una localidad on reglas duras y mayor peligrosidad. Allí sí hay guajiros malos, advierten sus pobladores.
En esta localidad colombiana la plaza del pueblo es el lugar perfecto para conseguir los productos venezolanos.
El bachaqueo genera severos problemas sociales, de seguridad y ambientales, pero de acuerdo al testimonio de los pobladores ocurre con la complicidad de las autoridades de ambos países.
Lea más de este reportaje en su Diario 2001
2015-04-08