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Clamor "anti-imperialista" de Maduro tiene poco eco en Venezuela

Martes, 10 de marzo de 2015 a las 07:30 pm
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Redacción 2001.com.ve/ El Nuevo Herald 

El intento del presidente Nicolás Maduro de hacer uso de las sanciones impuestas el pasado lunes por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama a funcionarios venezolanos para atizar las llamas del sentimiento "yanqui" pudiera tener muy poca recepción de una población que se encuentra más preocupada por conseguir café o pollo en el supermercado. 

Según los analistas, Maduro obtendrá muy poco dividendos políticos con la acusación de que el presidente Barack Obama, intenta derrocar a su gobierno, cuando la gran mayoría de los venezolanos, "incluyendo a los que siguen al gobierno" está asfixiada por los graves problemas económicos que sufre la nación petrolera. 

Este problema según refiere el experto Orlando Viera Blanco, son el resultado de una trágica administración del oficialismo.  

“Las mismas bases populares perciben que si bien hay escasez en Venezuela, esa escasez no ha sido provocada por el imperio, ni por elementos externos, sino que ha sido provocada por corrupción, por la ineficiencia, y por privilegiar a muchas de las élites que están con el chavismo”, afirmó Viera desde Montreal. 

Agregó que “Por eso el discurso de la externalidad de Maduro no se digiere haciendo cola para buscar un kilo de azúcar o de Harina Pan, o para buscar un cosmético, un desodorante o un paquete de papel higiénico”.

Por su parte, el asesor político Esteban Gerbasi indicó que  los argumentos de Venezuela lucen vacíos frente a las pruebas recogidas por Estados Unidos y el mundo ya comienza a percatarse que hay una situación irregular en el país. 

“Estas aguas no las recoge nadie”, dijo Gerbasi. “Diosdado tiene tatuada en la frente la palabra ‘Narco’ y Maduro tiene tatuada en la frente la palabra ‘Dictador’. Eso ya no se remueve”, dijo Gerbasi, al señalar que las sanciones ayudan a cimentar la percepción que Venezuela es un régimen al margen de la ley.

Diego Moya Ocampos, analista de América Latina de IHS Global Insight/ IHS Jane’s indicóque Maduro depende en gran medida del aparato represivo, y las sanciones, al atacar precisamente a los funcionarios implicados en las labores de persecución política, constituyen un factor de desestabilización en su régimen. 

Añadió que aún cuando las sanciones sólo buscan evitar que se sigan registrando “violaciones grotescas” de los derechos humanos, especialmente ante el cerco informativo a los medios que hay en Venezuela, las medidas sí tendrá repercusiones ante los ojos de la comunidad internacional.

“Las sanciones no son en contra de Venezuela y no tendrán impacto en su economía o industria petrolera. Sin embargo, aumentan el riesgo de daños en la reputación de las empresas que operan en Venezuela, aquellas que puedan tener contacto con funcionarios que han sido o puedan en el futuro ser objeto de sanciones. Esto aumenta los riesgos operacionales y el riesgo país en Venezuela”, explicó Moya.

Adicionalmente, “las sanciones incrementan los riesgos de inestabilidad para el gobierno y ponen en duda la credibilidad de las autoridades. Algo similar a lo ocurre en los estados fallidos. De modo, que si bien no afecta la economía directamente, si afecta la percepción de los inversionista y la confianza en las autoridad del país”, advirtió

2015-03-11