María Isabel Rangel / [email protected]
La calidad de los servicios públicos “va en picada” y cada vez los venezolanos se las “ingenian” para vivir su día a día, sin luz, sin agua y sin gas.
Cesar Suárez, residente de la Quebradita II expresa que en su residencia, Vista Hermosa, llevan más de 15 días sin luz, lo que afecta a 80 apartamentos del edificio ubicado en la avenida Morán, adyacente a San Martín.
“Compramos a diario lo que nos vamos a comer porque no tenemos como almacenarlo en la nevera si no hay electricidad. Tratamos de cenar a las 7 de la noche para irnos a dormir temprano, ese es nuestra rutina diaria desde hace 17 días”, compartió Suárez.
El ciudadano afirmó que el único edificio que no tiene luz es su residencia, el bloque 6, por lo cual los residentes de los bloques vecinos les brindan asistencia con largas extensiones.
Servicios públicos muy malos
“No pueden enchufar neveras, lavadoras o secadoras porque la conexión es muy fuerte y afecta la brequera del vecino que los esta ayudando. Suelen conectar lámparas pequeñas, televisores pequeños, bombillos o laptops”, indicó el afectado.
Servicio de agua. Uno de los habitantes de la capital, de la parroquia El Paraíso comentó que “no nos dicen cuando ponen el agua, solo hay suerte”.
El ciudadano de nombre Gerardo Ramos expresó que “hay que pagar cisternas a cada rato porque en una casa de cinco personas es muy poco lo que dura el agua, lo que tampoco es factible porque es mucho dinero”.
Ante la falta de agua, Ramos señala que la “racionan con mucho cuidado”. “Tenemos un tanque y medimos el agua para fregar, para bañarse, etcétera, con la intención que nos dure hasta el día que la pongan de nuevo y así poder recolectar más”, indicó.
El joven confesó que cuando el líquido esta por acabarse busca más en la casa de sus familiares.
Una práctica similar a la de Lucia Quiñones del sector Artigas, quien recoge agua en un manantial cercano a su comunidad. “Al vivir en pisos altos, el agua o se tarda para llegar o no llega del todo, entonces hay que buscar alternativas”, compartió la caraqueña.
Entre los problemas más graves por la falta de agua en las casas, los ciudadanos señalan el no poder “desinfectarse al 100%” para cuidarse del coronavirus.
Quiñones indica que “lo ideal es que laves bien tus manos con bastante agua y jabón o que te bañes cada vez que llegues de la calle, pero eso se vuelve imposible porque casi nunca hay agua y debemos ahorrarla para cocinar y bañarnos aunque sea una vez al día”, compartió la dama.
Gas
En cuanto al servicio de gas este varía, puesto que algunas casas tienen la modalidad de gas directo y otras la de bombona.
Margaret Salazar comentó que cuando no tiene de este beneficio, porque la bombona se acabó o el camión aun no la recoge, cocina en la casa de su hermana y almacena la comida en la nevera. “Para los desayunos o cenas compro pan. Por suerte los camiones tratan de despachar lo más rápido posible”. Salazar reside en El Valle.
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