Deisy Martínez
Trabajar desde casa, a distancia o por cuenta propia es una realidad que va en aumento en Venezuela. Las razones son de peso: escasez de efectivo, sueldos que no rinden para pagar pasaje a diario, escasez y precariedad del transporte y anarquía en las tarifas cobradas, así como la oportunidad de percibir mejor remuneración que en un empleo presencial y a tiempo completo.
De acuerdo con la Encuesta sobre Condiciones de Vida (Encovi) para 2017, 37,5% de la población (6.168 hogares consultados) trabajaba por cuenta propia, cifra que ha debido ir en aumento por cuanto en la Comisión de Desarrollo Social de la Asamblea Nacional (AN) se maneja actualmente que 62,1% de la fuerza de trabajo está en el sector informal, porcentaje en el que de acuerdo con el diputado William Barrientos se incluyen los llamados freelance.
“Trabajé a tiempo completo durante más de 15 años porque valía la pena tanto por la estabilidad como por los beneficios laborales. Lamentablemente desde hace tres años ya moverte de casa a un trabajo que ocupa ocho horas al día o más no es rentable, el transporte público es imposible y los sueldos en general hacen que no valga la pena un trabajo presencial.
Renuncié a mi último empleo fijo y me di cuenta que podía ser más rentable, hacer distintos trabajos al mismo tiempo eso sí, pero sin enfrentar la tragedia de movilizarme de un lugar a otro y no pierdo nada porque los beneficios laborales que antes eran valiosos como tener un seguro médico, vacaciones, utilidades o ese tipo de cosas, ya ni existen en muchos lugares”, expresó Carmen Mendoza, quien es licenciada en Comunicación Social y actualmente se especializa en la coordinación editorial de publicaciones (libros, revistas) que le encargan organismos públicos o privados para lo cual a su vez subcontrata a un diseñador gráfico y a un ilustrador, pues ella misma investiga y redacta.
Explicó que para laborar desde su hogar necesita solo su computadora y conexión a la red, recursos con los que afortunadamente cuenta hasta ahora.
“Es dantesco cómo la hiperinflación ha afectado el poder adquisitivo de los venezolanos hasta el punto de que no se pueden desplazar hacia sus trabajos y los que todavía lo hacen descompletan la comida para poder pagar pasaje. Esto ha llevado a que más de la mitad de la población esté tratando de generar ingresos en el sector informal” apuntó el diputado nacional Barrientos.
Sale caro
Los habitantes de Guarenas que trabajan en Caracas deben gastar un promedio de Bs 60 mil semanales en pasaje, cantidad considerable si se toma en cuenta que el salario mínimo está ubicado en Bs 150 mil a partir del 1 de octubre. Y es que ningún sueldo en bolívares, por alto que sea, rinde a ese ritmo de desembolso que representarían Bs 240 mil mensuales, si la mayor parte del presupuesto se va en comida, según admitió el coordinador de la Plataforma de Transporte Unido de Venezuela, José Sayago.
Desde Guarenas hasta el terminal de Nuevo Circo a primeras horas de la mañana se pueden pagar Bs 4.500 si el vehículo por puesto no tiene aire acondicionado y si lo tiene Bs 5 mil. En la tarde, las tarifas suben desde Bs 5 mil, 7 mil y hasta 10 mil si al pasajero lo agarra mucho la noche. Si opta por trasladarse desde las afueras de la estación del Metro de Caracas, Parque Miranda el costo varía entre Bs 4.500 y Bs 5 mil con aire en horario matutino, después de las 7:00 p.m. los transportistas cobran hasta Bs 10 mil al igual que en Petare.
Quienes vienen de La Guaira, Valles del Tuy y los altos mirandinos pagan como mínimo por pasaje es Bs 5.000. Las unidades de las rutas gubernamentales son escasas y no alivian la demanda. Dependiendo en qué sitio de Caracas laboran, los provenientes de las ciudades dormitorios tienen que sumarle los Bs 1.500 que se cobra en las rutas cortas u optar por el Metro de Caracas.
Pero el subterráneo tampoco ayuda
Quienes no cuenta con efectivo para trasladarse en transporte superficial se ve sometido a diario a un trayecto largo y tortuoso para llegar al sitio de trabajo al que deberá salir con mucho tiempo de anticipación para que los retrasos ya habituales no le impidan estar a tiempo. Si hay una falla eléctrica o un tren accidentado pues, se puede despedir del día.
Otro obstáculo que no es poca cosa son las fallas graves de conexión a Internet en Venezuela. En el área de las comunicaciones por ejemplo, los empleos desde casa más solicitados son redactores. community mánager, diseñadores y editores de video, que por lo general son cobrados en divisas, pero es esencial poder navegar bien y con rapidez.
Hay sectores de Caracas que han pasado hasta dos años sin Internet. También se suman las constantes fallas eléctricas cuya duración depende igualmente de la ubicación, si es en el interior desde largas horas y hasta días, si es en la capital de la República un poco menos.
Afortunadamente Mendoza, quien vive en la avenida Victoria de Caracas, no se ha visto afectada, pero a Beatriz Pérez, quien trabaja como comunity manager para una empresa privada sí. En su vivienda en Carrizal (Miranda) la conexión es deficiente, tampoco tiene una computadora ni los recursos para adquirir una.
La edición y corrección de textos en español y en inglés le procuran ingresos extras en divisas, desearía hacerlo desde casa para renunciar a su trabajo, no tener que bajar más a Caracas ni gastar en pasaje, pero debe hacerlo desde su mismo sitio de labores para aprovechar el equipo y la red.
“Las líneas formales no se dan abasto y casi siempre me veo obligada a subirme en los piratas que dependiendo la hora pueden cobrar entre Bs 4 mil y Bs 10 mil, por allí me desangro. Los TransMiranda cobran Bs 800 pero las colas son kilométricas”, contó.
“Estamos conscientes de que los sueldos no alcanzan pero las líneas de transporte deben ajustar tarifas porque las actuales no nos permiten mantenernos. Los repuestos están dolarizados y un litro de aceite está en $5. Producto de la crisis solo entre 17% y 18% del transporte en el país está operativo, porque un carro se daña y no hay cómo repararlo”, recalcó Sayago.
2019-10-26
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