Johann Rangel | @jars016
Los trastornos emocionales de las personas tras la cuarentena incrementó las consultas psicológicas. Los prolongados días en casa incidió en la conducta de las personas, aunque sus efectos se encuentran aún en estudio.
La psicóloga Nelly Sandoval expresó que “si no se entendía la magnitud de la palabra pandemia, ahora sabemos lo que esto significa. Nadie escapa a ello. La pandemia dejó una cantidad de estragos a nivel individual y colectivo”.
La profesional indicó que se presentaron más casos con “depresión y los trastornos de ansiedad. A estas enfermedades psiquiátricas, se sumó el temor de ser contagiado con la Covid, o los familiares. Todo esto agrega ansiedad”.
Sostuvo que las consultas psicológicas ayudaron a calmar a los pacientes.
Sandoval considera que las estrategias para mejorar la salud mental, parten de un accionar colectivo “debemos hacer un censo en la comunidad. El humano es un ser social, no podemos vivir solos, sobrevivir solos en momentos de crisis”.
Explicó que debido a que las circunstancias actuales, muchas personas se encuentran viviendo solas, “La gente joven migró. Los padres se quedan con los nietos, mientras los hijos tratan de mandar algo. Quizás el vecino puede ayudar cuando más se necesite”.
Explicó que se hace necesario que los estudiantes de psicología se incorporen a la atención de las personas afectadas psíquicamente por la pandemia.
Aire libre
Es por ello que sugiere ubicar los espacios abiertos de la comunidad como parques, canchas y las áreas más seguras para caminar.
Advierte que “la soledad es un elemento que puede causar mucho daño. Es un detonante para la depresión. La compañía es necesaria para que prevalezca las conductas más favorable a la salud mental”.
Señaló que “mover el cuerpo, ejercitarse es sinónimo de salud. La mayor parte del tiempo, las personas quedaron confinados a las paredes de la casa o apartamento. Se hace necesario que la gente se ejercite”, indicó la psicóloga en un foro organizado por la Escuela de Psicología de la Universidad Católica Andrés Bello.
Estudio
Durante el año 2020, el Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap) realizó una encuesta online, en la que 583 personas participaron. El objetivo era caracterizar la situación de las familias y los niños, niñas y adolescentes con relación a la cuarentena por la COVID-19. El estudio reveló que 83% de los encuestados, indicó que tuvo sentimientos de frustración, tristeza o angustia; 62% aseguraron que se vio afectada su relación interpersonal con los miembros de su núcleo familiar durante el confinamiento.
La investigación indica que 29% de los padres encuestados confesaron tener menos paciencia con los niños, niñas y adolescentes en su cuidado. El 22,63% de los cuidadores están más frustrados con su comportamiento; 17% aseguró que les habla con menos calma a los niños y adolescentes a su cuidado y 21% de los encuestados confesó que son más propensos a recurrir a gritos en contra de sus hijos.
Solo 5% de los padres y madres señalaron que son más agresivos con los niños a su cargo.
En la encuesta realizada por Cecodap, solo 6% de los consultados fueron afectados por la enfermedad. Si bien, 94% de los participaron no enfrentaron el brote de la pandemia de primera mano, 75% de ellos tuvieron conocidos contagiados con la enfermedad.
Acceder a los alimentos, a la atención médica y el transporte fueron los principales problemas de las familias durante la cuarentena radical. Seguido de un grupo que tuvo dificultades para acceder a suplementos nutricionales esenciales, indicó el Cecodap.
Visita nuestra sección Nacionales
Para mantenerte informado sigue nuestro canal en Telegram https://t.me/Diario2001Online