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ELN recibe toque de atención de Gobierno colombiano para abrir proceso de paz

Lunes, 01 de febrero de 2016 a las 07:30 pm
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EFE

La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) recibió este jueves un contundente toque de atención del Gobierno colombiano, que le advirtió de que se le "acaba el tiempo" para abrir unas negociaciones similares a las que mantiene con las FARC, con quien espera alcanzar un acuerdo de paz en 50 días.

"Al ELN se le está acabando el tiempo para hacer parte de la solución política al conflicto armado en Colombia", afirmó el jefe de la delegación del Gobierno en los diálogos exploratorios de paz con el ELN, Frank Pearl, en una declaración que dio en la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo.

La reacción del Gobierno, que por su contundencia no tiene precedentes en los dos años de encuentros exploratorios que ambos mantienen, llega tras el último comunicado de los "elenos", que este domingo aseguraron que si todavía no se ha abierto un proceso formal de paz es porque el Ejecutivo no quiere.

Según la versión de la guerrilla, su delegación de paz "está preparada desde noviembre pasado para acudir al ciclo donde debe darse por concluida la fase confidencial de estas conversaciones y dar inicio a su fase pública", cita que carece de fecha "porque la delegación del Gobierno no quiso definir" esos asuntos, según dijeron.

"La iniciativa de la resolución de aspectos operativos está en manos de la delegación del Gobierno", agregó el ELN en el comunicado, que ha caído como un jarro de agua fría en el Gobierno.

Y es que Pearl ha sido categórico al afirmar que desde finales del año pasado el Gobierno "ha planteado opciones claras para continuar los diálogos sin que hasta hoy hayamos obtenido respuesta".

"No es cierto que el ELN esté dispuesto y listo para continuar las conversaciones de la fase exploratoria", puntualizó el representante del Ejecutivo, que instó a la guerrilla a "tomar decisiones de fondo y cambiar las palabras y los comunicados ambiguos e inútiles por hechos claros y concretos de paz".

Este cruce de declaraciones es el último episodio de un proceso confuso del que pocas cosas se saben con certeza.

Se conoce, por ejemplo, que las delegaciones de paz de ambas partes se han reunido al menos seis veces en Ecuador, y que Quito suena con fuerza para ser la sede de las eventuales negociaciones, algo que respalda el presidente de ese país, Rafael Correa.

"Estamos a las órdenes de Colombia y del presidente (Juan Manuel) Santos", afirmó Correa a mediados del pasado diciembre.

El resto de detalles sobre esa etapa confidencial se han ido conociendo a cuentagotas a través de comunicados y declaraciones del ELN, que desde hace meses se declara dispuesto a abrir unas conversaciones similares a las que el Gobierno y las FARC desarrollan desde hace más de tres años en La Habana.

Casi para terminar el año llegó la información que parecía definitiva para considerar un inminente proceso de paz: el líder de la guerrilla, Nicolás Rodríguez Bautista, "Gabino", reveló que la agenda de negociación ya estaba acordada.

"El atranque está en cómo concretar asuntos operativos para la fase pública. Tenemos confianza en que por fin llegue ese momento comenzando el año venidero", dijo "Gabino" al diario del País Vasco (España) Gara.

Incluso se especuló con la posibilidad de que el ELN se integrara en las negociaciones con las FARC después de que "Gabino" se reuniera en Cuba con el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), encuentro que se conoció en mayo del año pasado.

Sin embargo, en una entrevista publicada este domingo por la revista colombiana Semana, "Timochenko" dijo que "desafortunadamente, hace rato no ha habido forma de comunicarnos con ellos".

Para Joe Broderick, experto en el ELN tras convertirse hace 40 años en el biógrafo del cura guerrillero Camilo Torres, un auténtico mito para el grupo armado que militó en sus filas, abrir un diálogo de paz "es difícil" porque los subversivos "no aceptan el diálogo".

"En mi larga vida yo he tratado con mucha gente y nunca he visto gente menos dialogante que ellos. No son negociadores", comentó en una reciente entrevista a Semana, donde puso en duda que el ELN "tenga injerencia sobre sus bases" para que unos eventuales acuerdos de paz sean acatados por la mayoría de sus 1.500 combatientes.