Familiares de unos 77 migrantes de diferentes regiones del país se concentraron este viernes en el centro de Caracas en una protesta pacífica. Recordaron que sus parientes están desaparecidos entre seis y dieciséis meses atrás.
Estos lamentables hechos ocurrieron cuando los migrantes venezolanos, en su mayoría, intentaron llegar a Estados Unidos. Previamente la conexión era entre Colombia y Nicaragua por vía marítima.
Organizados bajo distintas figuras de apoyo mutuo que les permite reunirse y comunicarse con frecuencia, los familiares se apostaron a los alrededores de la sede de la Asamblea Nacional.
Desde allí se pronunciaron ante los medios de comunicación para rogar a las autoridades gubernamentales que los ayuden a conseguir a sus seres queridos.
Testimonios de dolor
Creulbys Guerra es oriunda del estado Carabobo y pariente de cinco migrantes desaparecidos.
Refiere que todo esfuerzo agónico por obtener algún vestigio sobre el paradero de su familia será mucho más cuesta arriba si no obtienen apoyo del Gobierno nacional.
“Presidente Maduro, por favor, ayúdenos, es el clamor de tu pueblo que necesita ser escuchado. Necesitamos ser enlazados con los países Colombia, Nicaragua, Honduras, Guatemala, México para saber sobre nuestros seres queridos, que hasta la fecha estamos sin respuesta”, expresó.
Posible red de trata de personas
Guerra y el resto de los familiares de migrantes desaparecidos desestiman por completo la hipótesis de que sus allegados hayan naufragado o secuestrados. Aseguran que fueron víctimas de una red de trata de personas, que según ellos opera desde Venezuela.
“Pusimos la denuncia en San Andrés. Allí las autoridades nos dijeron que iban a poner en marcha los protocolos, pero nunca hemos recibido reportes de la situación. Nos quisieron hacer creer que habían naufragado, pero eso es falso. Si fuese verdad se encontrarían los cuerpos o restos de algún tipo. Sin embargo, no hay ningún tipo de señal de que hayan naufragado.”, aseveró.
De hecho, Creulbys Guerra afirma que uno de los bolsos (equipaje) de sus parientes llegó en perfecto estado a Nicaragua, así como ocho pasaportes y tres cédulas de identidad venezolanos aparecieron en el país centroamericano.
Asimismo, los familiares en Venezuela descartan un secuestro convencional, pues consideran que ya habrían sido contactados por los captores para recibir exigencias de pago o alguna otra extorsión, como es el usual modus operandi en este tipo de acciones delictivas.
En tal sentido, quienes soportan el dolor diariamente desde hace meses por la incertidumbre de cómo están sus familiares, se aferran a la fe y esperanza de encontrarlos pronto y con vida.
Madres desesperadas
Muy afectada, Miriam del Carmen Villarreal, madre y abuela de algunos de los desaparecidos, cinco en total, extiende su ruego por ayuda no solo al presidente de la República, Nicolás Maduro, sino a la primera dama, Cilia Flores.
“Mi hija se fue en embarazo avanzado, seguro ya tuvo su bebé, de unos tres meses actualmente. Estamos desesperados pidiendo ayuda al presidente Nicolás Maduro, a su señora esposa. Usted, señora Cilia, como madre y abuela, comprenda nuestro dolor, por favor ayúdenos a que nos tiendan la mano”, suplicó.
Asimismo, Villarreal y el resto de los familiares lanzaron un llamado de auxilio a los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega, y de Colombia, Gustavo Petro.
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Esto por tratarse de mandatarios cuyos países están en el radar de sitios de operaciones de la presunta mafia de trata de personas, que los familiares aseguran existe y es responsable de la desaparición de sus parientes.
El viaje por un sueño que termina en pesadilla
Desde diciembre de 2022, al menos de acuerdo a reportes denunciados públicamente, unos 77 migrantes de distintas edades han desaparecido en viajes irregulares que se realizan en lanchas desde la isla de San Andrés, Colombia hasta Corn Island, Nicaragua.
La arriesgada travesía que busca posteriormente una conexión entre Nicaragua y México, tiene como destino final Estados Unidos (EEUU) y es programada por los denominados “coyotes” de diferentes nacionalidades, incluidos ciudadanos venezolanos, según denuncian los familiares.
La ruta es una alternativa para los migrantes suramericanos que desean evitar el largo viacrucis que implica adentrarse en la densa y mortal selva del Darién.
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Sin embargo, el traslado por altamar desde la costa colombiana hasta la isla nicaragüense no es menos temida, tomando en cuenta que las embarcaciones siempre salen de noche para evitar a las autoridades marítimas fronterizas.
Luego de una serie de momentos muy difíciles y angustiosos, muchos logran concretar su entrada a la gran nación norteamericana adonde acuden para tener una mejor calidad de vida.
Entre islas desaparecen las ilusiones
Con estas aspiraciones, 42 personas entre adultos, jóvenes y niños, llegaron a la isla de San Andrés el 21 de octubre de 2023 para tomar una lancha que los llevaría hasta Corn Island.
Sin embargo, luego de haber hecho un intento de zarpe, la embarcación se devolvió según lo que notificaron algunos de los pasajeros a sus familiares.
No obstante, estas personas caminaron un kilómetro, de acuerdo a los registros obtenidos mediante los sistemas de ubicación satelital de los teléfonos celulares de sus parientes.
Celeste Martínez tiene cuatro familiares desaparecidos que viajaban en la embarcación ocupada por 42 pasajeros y que partió el 21 de octubre de 2023.
Allí iban su hija Esquendal Ramírez Martínez; su yerno, Jesús Martínez Tapia, y sus dos pequeños nietos, Liam Jesús Ramírez Martínez y Mathías Daniel Ramírez Martínez.
De acuerdo al testimonio de la señora Celeste, su hija informó de que la lancha en la que viajaban se estaba devolviendo sin saber qué sucedía.
Dicha alerta se la comunicó por teléfono a una persona que se trasladaba en otra embarcación de 12 personas, la cual sí llegó finalmente a territorio nicaragüense y que en su mayoría estaba conformada por hombres.
Luego de esto los celulares de su hija y yerno fueron desconectados y sus fotos borradas de los respectivos perfiles.
Martínez señaló que han acudido a entes como el Ministerio Público, la Cancillería de Venezuela y las embajadas de Colombia y Nicaragua en el país, pero desde estas instancias no se ha hecho nada.
Otras desapariciones de vieja data
Este tipo de extrañas desapariciones alrededor de venezolanos que deciden emigrar a EEUU, también tiene dolientes en algunas personas de los estados Zulia y Falcón.
Belkis García es de Maracaibo y ha vivido con la zozobra que le genera no saber de cinco de sus seres queridos (dos mujeres y tres niños) que desaparecieron el 17 de diciembre de 2022, cuando tenían planificado zarpar desde la isla de San Andrés.
“La misteriosa desaparición se da justamente en la lancha en la que viajaban mujeres y niños en su mayoría. Otras embarcaciones con más cantidad de hombres sí llegaron finalmente a su destino”, refirió García.
De igual modo, descarta que tal desaparición se trate de un naufragio porque al igual que en las experiencias anteriormente reseñadas, los equipajes de sus familiares aparecieron en la isla de San Andrés en perfectas condiciones.
“Se encontraron partidas de nacimiento, pasaportes, cédulas de identidad, pañales desechables, todo en normal apariencia, sin rastros de que hayan sido sumergidos en el mar”, detalló.
Por su parte, Yermalí Rodríguez, joven caraqueña, es la sobrina de Víctor Aguirre, de 45 años, originario del estado Falcón y uno de los pasajeros de la embarcación del 17 de diciembre de 2022.
Hace un llamado a las autoridades competentes nacionales e internacionales para que se aboquen al hallazgo de las personas desaparecidas.
“En la lancha donde iba mi tío, también estaban ocho niños. Deben hacer algo por favor, necesitamos ayuda”, exhortó.
La captación se hace desde Venezuela mediante redes sociales
Todas las personas que denuncian la desaparición de sus familiares migrantes, coinciden en un mismo aspecto.
Aseguran que el primer contacto que realizaron sus allegados para iniciar la travesía fuera de nuestras fronteras es a través de un presunto “coyote” venezolano.
Este supuesto gestor de viajes se promocionaba en TikTok como un agente de viajes y turismo.
Creulbys Guerra mencionó que, en el caso de su familia, un tal señor Marcos fue el enlace inicial en Caracas.
Con él negociaron el paquete de viaje que incluía buscarlos en su propia casa y trasladarlos directamente hasta Cúcuta, Colombia.
“El señor Marcos es el coyote de aquí de Venezuela. Él llamaba a mi familia y mantuvo contacto con ellos constantemente. Él es el encargado de llevar a la gente hasta Colombia. En Cúcuta se hospedan una noche y luego traslada a los pasajeros hasta la isla de San Andrés. De allí otro coyote, es el que los enlaza con Nicaragua, y así sucesivamente hasta llegar a México, en la frontera con Estados Unidos”, explicó.
Asimismo, destacó que luego de reportarse la desaparición de los migrantes, perdieron contacto con el “señor Marcos”. Hasta la fecha no han sabido más nada y cortó todo tipo de comunicación con ellos.
Bajo esta historia de dolor, llanto y desespero, los familiares en Venezuela esperan finalmente por buenas noticias.
Aguardan por casi cien personas desaparecidas en menos de dos años (un número aproximado no oficial). Albergan en su corazón la esperanza de reencontrase con sus seres amados, más temprano que tarde.
Reiteran que no pierden la fe porque los sienten vivos en algún lugar de la región. Quizá lejos físicamente, pero muy cerca y unidos con el pensamiento, el corazón y la oración.
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