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Este martes se conoció otro presunto caso de corrupción —de la filtración de los Papeles de Panamá—relacionado al uso de empresas offshore y paraísos fiscales que salpica al gobierno de Venezuela y a la emsambladora de vehículos Chery.
El trabajo realizado por el periodista Roberto Deniz da cuenta de la vinculación de la familia libanesa Yammine, creadora de los vehículos militares Tiuna, con dos empresas ubicadas en Hong Kong y Panamá, con las cuales triangulaban los productos chinos que vendían al gobierno de Venezuela.
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El de los carros Chery es un negocio que rueda en Venezuela. A diferencia de la suerte que han tenido otras marcas en los últimos años, que han desaparecido del mercado local, los vehículos del sello chino se ven en todas partes gracias al auspicio del Gobierno.
Sólo el año pasado Nicolás Maduro anunció la compra de 20 mil taxis Chery, cantidad que supera la producción de las siete ensambladoras privadas en 2015. Las importaciones masivas de la marca comenzaron con Hugo Chávez, especialmente entre 2010 y 2014. El ex presidente también fue una especie de valedor para iniciar el ensamblaje de los autos en el país.
Hoy la iniciativa se destaca como ejemplo de la colaboración entre los sectores público y privado. En el mes de marzo reciente, Carlos Faría, viceministro de Industria, la calificaba como un "emblemático proyecto" y como “una experiencia exitosísima”. Pero lo que para las autoridades se trata de un ejemplo, en términos financieros ha sido un negocio jugoso para el grupo Yammine. El clan, encabezado por Sarkis Mohsen Yammine Leunkara, oriundo del Líbano, y Antonio José Yammine Saade y Mohsen Yammine Saade, nacidos en Caracas y El Tigre, respectivamente, controla la operación.
Los empresarios son viejos conocidos del Gobierno y del mundo militar. Fueron los encargados de llevar a cabo el proyecto del Tiuna, un vehículo “multipropósito” de cuño propio que enorgullece a las Fuerzas Armadas venezolanas.
Ahora los papeles filtrados del bufete panameño Mossack Fonseca desnudan la trama detrás del negocio de Chery: los inversionistas crearon en Hong Kong y otras jurisdicciones una estructura corporativa que permite retener, en diversas alcabalas establecidas entre la operación venezolana y la casa matriz en China, porciones de las divisas relacionadas a la adquisición de autopartes y del material de ensamblaje de los vehículos.
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2016-04-06