Reymar Reyes | Joan Camargo | [email protected]
“Hay que acabar con el modelo rentista”. “La única forma de salir del modelo perverso, es desplegar las fuerzas productivas”. “Hay que diversificar la economía para acabar con el modelo heredado de la cuarta república”.
Frases como esas alimentan los discursos de la alta dirigencia oficial. A diario se dicen, se repiten, se subrayan como si fuese un mantra que revirtiera una vieja distorsión de la economía venezolana compartida por los gobiernos desde el reventón petrolero del Pozo Barroso, en 1922.
El Presidente Nicolás Maduro ha puesto sobre la mesa salir del modelo rentista hacia un nuevo esquema con la implantación del Consejo Nacional de Economía Productiva, y la apertura de mesas de trabajo para activar catorce “motores económicos”.
Modelo ineficaz. El economista y asesor político Miguel Velarde asegura que los motores productivos no representan una política viable porque ninguno contempla medidas básicas que generen alguna solución en el área económica. “De nada sirve establecer este tipo de mecanismos si no se va a cambiar el modelo económico que es lo que realmente no funciona”.
El problema con la explotación del crudo nacional es que la economía venezolana se ha convertido en monoexportadora de petróleo, esto ha ocasionado el abandono de las demás secciones de los sectores productivos, dice.
A pesar de que este tipo de modelos se aplican desde principios del siglo XX, en la actualidad, los ingresos por venta de petróleo se contabilizan en 97% del Producto Interno Bruto, mientras que en 1999 se contabilizaban en 70%.
Despilfarro. Los programas sociales o convenios con países de izquierda, donde en mucho de los casos se planteaba el intercambio de crudo por rubros como caraotas, carne y arroz influyó en el derroche y la mala utilización de las divisas del país; que si se hubiesen invertido en la activación o mejora del aparato productivo quizás Venezuela no enfrentara la actual situación de escasez de alimentos básicos.
Así lo aprecia Velarde, al aseverar que al Gobierno no le importó quebrar el sector productivo local porque tenía las divisas para importar. Ahora que no se poseen dólares para comprar en el mercado exterior, tampoco tiene quien produzca en el país.
Sin colchón. Con una histórica caída del precio del petróleo en el mercado interna- cional y a falta de un colchón que le permita seguir importando de la manera que lo hacía años atrás, Venezuela debe saltar la talanquera hacia un modelo económico productivo en el país, como lo explica el economista Jesús Casique.
El analista estima que no solo se tendría que explotar los hidrocarburos, sino también sectores de manufactura y comercio para que generen más exportaciones y menos compras en el extranjero.
Sin embargo, repetidas son las declaraciones de los representantes de la industria de alimentos, farmacia, turismo, y pare usted de contar, en la que afirman que el Gobierno no termina de poner manos a la obra para concretar acciones de reactivación.
Casique agrega que la propuesta de los 14 motores solo responde a un discurso circunstancial y que si el Gobierno no abandona su modelo político y económico, este tipo de planes no puede funcionar.
Por otra parte, su colega Velarde observa que el Gobierno debe garantizar el respeto a la seguridad jurídica para alentar a inversores nacionales y extranjeros a que establezcan sus empresas en el país sin temor a expropiación.
Ambos coinciden además en que, pese a la crisis alimentaria, el Gobierno, en lugar de destinar divisas para levantar el sector productivo sigue enfocándose en potenciar el nivel de exportación de comida y otros recursos necesarios para el pleno desenvolvimiento económico del país.
2016-07-07