Zulay Camacaro
Desde antaño al venezolano le gustan los juegos de azar, pero la crisis económica y la falta de efectivo han hecho que se incremente el número de personas que a diario apuestan por un animalito o un número en particular. La gente invierte lo que puede en los múltiples sorteos diarios.
Con la lotería de animalitos coexisten las loterías tradicionales del interior del país como Táchira, Zulia y por supuesto Caracas, además de otros juegos que han surgido recientemente.
En un recorrido por algunas agencias de lotería en Caracas se constató la afición de los venezolanos al juego en procura de efectivo.
Por San Martín, la socia del kiosco Las Morochas de Galipán, Sonia Escobar señaló que el pequeño comercio vende lotería de animalitos originaria y muy común en los estados del oriente del país.
“La gente juega por la situación económica y para recuperar efectivo. Desde que quitaron los casinos la gente se abocó a la ruleta y los animalitos”, aseguró.
Detalló que la jugada mínima cuesta Bs 200 y el ganador se lleva un dinerito por cada bolívar que invierte en la jugada. Hay cinco sistemas de animalitos y cada uno tiene 10 sorteos. Los más tradicionales son Granjita, Lotoactivo y ruletactiva, además de Jungla y Gran Animalito.
Añadió que el juego de La Ruca es nuevo, son los antiguos terminales y dejan buenas ganacias.
Indicó la vendedora de lotería, que las ventas subieron 100% desde el mes pasado. “Mientras más crisis, más juegan”.
Comentó Escobar que el premio más grande que ha pagado fue por Bs 750 mil, la persona jugó una cifra pequeña. “Pagamos en efectivo”.
El encargado de loterías Welcome en La Candelaria, Jhonathan Suáres señaló que además de las tres loterías tradicionales, Caliente y Zamorano, la gente participa en los sorteos de animalitos y sus respectivas ruletas, como Lotoactico, Granjita, entre otras.
“Ahorita la preferencia son los animales porque es al instante y como los sorteos son cada hora el dinero fluye con mayor facilidad, no tienes que esperar los sorteos que son tres tandas en el día. Es lo más práctico para ellos.”, aseguró.
Expresó que la principal motivación de la gente es la carencia de efectivo, el pago es al instante, no tienen que esperar la transferencia o el pago por el punto. “Por una apuesta de Bs 500 recibe unos pocos miles que le servirán para el pasaje, digo yo”.
Destacó que la apuesta mínima puede oscilar entre Bs 13 mil y 15 mil, “hay personas que pueden llegar hasta 100 mil”.
Comentó que hay días en que los premios superan el millón de bolívares, “hace rato pagué Bs 300 mil, es variable”.
El señor Agustín Pérez indicó que juega lotería porque le gusta, para drenar y porque ya no existen los casinos a los que asistía . “Soy de oriente y como oriental me encantan los juegos. Compro lotería de animalitos, todos los días juego y en casi todos los sorteos, son 10. Invierto ente Bs 10 mil y 20 mil cada vez que compro un animalito”.
Afirmó que juega por intuición y a veces busca datos en Meridiano o 2001.
Por su parte, la encargada de Inversiones Plaza España, María De Abreu indicó que los clientes juegan animalitos hasta las siete de la noche. “Lo juegan mucho para obtener efectivo por la escasez en los bancos, que no lo dan completamente y la lotería por esta época siempre se vende un poquito más”.
Afirmó que desde noviembre las ventas subieron entre 30% y 40%.
Con respecto a cuánto invierten los clientes en cada jugada, manifestó que “hay dos variedades, hay unos que juegan más fuerte Bs 20 mil, 30 mil, 40 mil diarios y otros juegan mínimo 5 mil “.
Refirió que el premio más alto que ha pagado este año fue por Bs 6 millones y medio. “Ojalá se dé otro en diciembre para alegrar un poquito el espíritu a la gente”.
María Cifontes afirmó que juega lotería por diversión y para sobrevivir con lo que obtiene cuando gana algún premio. “Me sirve para redondearme ayer en el banco me dieron Bs 10 mil. ¿Qué hago con eso?. Uno tiene que buscar la manera de sobrevivir”
Comentó que lo que obtiene cuando gana un premio lo utiliza para comprar otras cosas.
“Depende de cómo esté el precio reúno y compro algo que me haga falta en mi casa, un detergente, un champú. Siempre he jugado lotería, desde que me quedé sola, y con eso eduqué a mis hijos, pagué mi apartamento y sigo adelante, porque gracias a Dios siempre la pego. Lo de la casa es de la casa, lo que queda es para mí”.