CARLOS GABRIEL LARA B.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la salud mental es un estado de bienestar en el que la persona pone en práctica sus capacidades y puede hacer frente al estrés normal de la vida, trabajar de forma productiva y contribuir a su comunidad.
En este sentido, la prevalencia de los trastornos mentales continúa aumentando, causando efectos considerables en la salud de las personas y graves consecuencias en el ámbito socioeconómico y en el de los derechos humanos en todos los países.
Uno de los trastornos mentales más frecuentes es la depresión, la cual afecta a 264 millones de personas y es la principal causa mundial de discapacidad que contribuye de forma muy importante a la carga general de morbilidad.
Llynier Tobía, psiquiatra y especialista en depresión y ansiedad, explica que la depresión es una enfermedad mental que afecta el estado de ánimo, los niveles de energía y los cambios de conducta. Detalla que no solo puede estar presente la tristeza, sino que también puede haber irritabilidad y desánimo.
Señales
“La persona experimenta varias situaciones como no querer pararse de la cama, tampoco bañarse o vestirse. Puede haber cambios en los patrones de la alimentación desde perder el apetito hasta su aumento, cambios en el ciclo del sueño como insomnio o que duerma en exceso, incluso una mezcla; durante el día quiere dormir, pero en la noche tiene insomnio. Además, pueden presentarse pensamientos negativos y de minusvalía, desesperanza, pérdida del disfrute (anhedonia o abulia)”, comentó.
La psiquiatra asegura que esta patología puede tener causas tanto endógenas como exógenas.
“Las causas endógenas están relacionadas con aspectos internos; trastornos hormonales, enfermedades dolorosas crónicas, entre otras afecciones que predispongan para sufrir de depresión. Por otra parte, las exógenas tienen que ver con situaciones que ocurren que pueden generar o desencadenar la depresión como por ejemplo la pérdida de un ser querido, la migración, entre otras”, afirmó.
La experta refiere que hay una gama de trastornos afectivos orgánicos que están relacionados con la depresión.
“Una persona con ansiedad puede tener también depresión y viceversa, así como los que sufren del trastorno bipolar. En este trastorno varían los episodios de manía y los depresivos”, acotó.
Entorno
Respecto a las cifras de la población venezolana que padece de depresión, la especialista expone que en el país la forma en la que se llevan las estadísticas no es la más adecuada, además, no hay registros oficiales.
La doctora Tobía cree que la crisis en Venezuela favorece desde hace muchos años la depresión en gran parte de la población. Enfatiza que quien no está deprimido puede estar presentando ansiedad, entre otros padecimientos. Añade que, en consecuencia, ha incrementado el número de suicidios en el país, situación que arropa a muchas personas que no saben cómo pedir ayuda. “Todo lo que ha venido pasando en estos últimos años en Venezuela con respecto a la agudización de la crisis influye en el aumento de personas con depresión. También se le asocia la pandemia, la migración de los seres queridos, abuelitos que se quedan solos, enfermedades que no pueden ser cubiertas desde lo económico, entre otras situaciones”, argumentó.
Inciso
“Somos una población que no tiene mucha consciencia de lo que significa ir al psiquiatra o al psicólogo, entonces no todo el mundo busca ayuda”.
Llynier Tobía
Psiquiatra.
@psiquiatips
El dato
La OMS afirma que, aunque hay tratamientos eficaces para la depresión, más de la mitad de los afectados en todo el mundo (y más del 90% en muchos países) no reciben esos tratamientos. Entre los obstáculos a una atención eficaz se encuentran la falta de recursos y de personal sanitario capacitados, además de la estigmatización de los trastornos mentales y la evaluación clínica inexacta.