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La Toma de Caracas culminó con una proclama de cuatro puntos, pero durante las casi seis horas que se extendió esta jornada la ciudad vibró de punta a punta. Al ritmo de samba, reguetón y consignas los simpatizantes de la oposición se movilizaron desde siete puntos de la capital para abarrotar los canales de circulación de tres avenidas: Libertador, Francisco Fajardo y Río de Janeiro.
La dirigencia opositora estuvo al frente de la manifestación que tomó tintes de epopeya luego de semanas de amenazas, detenciones y obstáculos. La voz cantante la llevó Jesús "Chúo" Torrealba en una jornada donde la Unidad se mostró más monolítica. La "Paz" que está mañana predicó la cruz del Ávila, se cumplió.
Incluso el presidente Nicolás Maduro, uno de lo más mencionados en las consignas de la marcha opositora, habló de esta actividad durante la contramarcha oficialista que se realizó en la Avenida Bolívar y afirmó que en la actividad se concentraron entre 15 y 12 mil opositores.
La brega de los opositores comenzó a tempranas horas de la mañana, cuando muchos de las personas que se trasladaban desde el interior y zonas de la capital, tuvieron que enfrentar las dificultades técnicas del Metro de Caracas —el cual cierra sus puertas en resguardo cada vez que se realiza una movilización de la oposición; así como obstáculos en distintas vías de la capital. Guacara, Autopista Gran Mariscal de Ayacucho, Autopista Caracas-La Guaira fueron algunas de las zonas que estaban obstruidas.
Esta misma actividad se replicó en otros estados y en zonas aledañas a la Gran Caracas, entre ellas Táchira, la carretera Panamericana, que culminó siendo dispersada con bombas lacrimógenas y la autopista Prados del Este.
Las manifestaciones transcurrieron en tranquilidad hasta sus destinos, pero con rapidez. La instrucción era clara: a las 12 del mediodía los marchistas deben entonar el Himno Nacional en los puntos de destino.
En Chacao se hizo lo propio, y sin reportar inconvenientes en la avenida Libertador con la Policía Nacional Bolivariana, la concentración, que en un primer momento estaba planificada para iniciar en Plaza Venezuela, se bañó de una multitud vestida de blanco.
En Chacao, Francisco Medina, reveló a 2001 que debido a la escasez en Paraguaná están comiendo carne de burro.
Por su parte, la manifestación en la Av. Río de Janeiro tuvo su punto de partida en Santa Mónica, donde miles de almas se volvieron un río humano. Mientras que en la Av. O’Higgins entre corridas y música de Nacho, unos se movilizaron e invitaron a los vecinos a que se sumaran.
Unos de los momentos que más importantes en la vía que une el sureste de la capital, fue el arribo de los diputados del estado Amazonas, acompañados por los representantes de los pueblos indígenas.
Una vez concluida la Toma de Caracas, Torrealba dijo que "Caracas es del pueblo" y poco después informó que en la movilización habrían participado más de un millón de venezolanos que pedían a una sola voz: el revocatorio.