Zairet González Ramírez | @ZaiLez
Luego de los hechos ocurridos en Caracas el 12 de febrero de 2014, el dirigente del partido político Voluntad Popular (VP), Leopoldo López convocó el 18 de febrero de ese año a una marcha hacia la sede del Ministerio de Relaciones Interiores, donde entregará peticiones para exigir que se investiguen los sucesos del 12 de febrero y se libere a los detenidos por las protestas de ese día. Dijo que tras la marcha se entregará a las autoridades:
"Se ha dicho durante los últimos días que me quieren ver preso. Allí estaré para dar la cara; yo no tengo nada que temer. No he cometido ningún delito. He sido un venezolano comprometido con nuestro país, con nuestro pueblo, con la Constitución y con nuestro futuro. Si hay alguna decisión de ilegalmente meterme preso, pues allí estaré para asumir esa persecución, y esa decisión infame por parte del Estado".
Al divulgarse este video, el Presidente Nicolás Maduro exhortó a López a aceptar una "mediación de buenos oficios" del Ministerio Público para su entrega para que "no haya show, para que haya seguridad".
Igualmente denunció en ese momento que había sectores de la "ultraderecha" que estarían buscando a López para "acabar con su vida" y provocar una crisis política en el país y dijo que Estados Unidos está detrás de las acciones de los grupos de ultraderecha, pero no ofreció detalles.
También el entonces ministro de Relaciones Interiores, Miguel Rodríguez Torres, exhortó al dirigente a entregarse: "él tiene sus derechos garantizados como un ciudadano más de este país", dijo Rodríguez Torres en declaraciones a Venezolana de Televisión.
La marcha
La movilización que en principio aspiraba llegar al centro de Caracas, donde está la sede del Ministerio de Relaciones Interiores, no estaba permisada por la Alcaldía de Libertador para tal recorrido, por lo que en Chacaíto había una barricada de policías y guardias con escudos y cascos en el límite entre los municipios Chacao y Libertador, según declararían luego otros dirigentes de VP de al menos unos 6 mil uniformados.
Luego de 6 días sin hacer apariciones públicas y dos después de la convocatoria, al mediodía del 18 de febrero López llegó, vestido con una camiseta de manga larga blanca con un mapa de Venezuela y detrás decía "el que se cansa pierde" antes de acercarse a la barricada, López trepó hasta la estatua de José Martí ubicada en la plaza y se dirigió a los presentes.
López se refirió a sus hijos y en palabras de Andrés Eloy Blanco hizo analogía a todos los hijos del país "el que es padre de un niño, es padre de todos" para disponerse a bajar del pedestal de la estatua y dirigirse hacia los efectivos de seguridad.
Antes de hacerlo, López pidió a los manifestantes que se concentraron para apoyarlo, “regresar a sus casas de manera pacífica”.
Arrestado
Eran las 12:30 del mediodía cuando López superó la aglomeración de seguidores que le pedían que no se entregara. Rodeado por su familia y abogados y con una bandera de Venezuela por capa, y acompañado de grupos de personas que lograron superar los piquetes, Leopoldo López entró a la "ballena" 18 de la Guardia Nacional Bolivariana. La gente no dejaba avanzar el vehículo, hasta que el propio López se dirigió a los presentes con un parlante:
Pese a ello, la gente no se movía. Por razones que hasta la fecha no han sido aclaradas López salió de la tanqueta para abordar una camioneta en la que junto a su esposa Lilian Tintori realizaron un largo recorrido cuyo destino se desconocía, incluso con un avance informativo de VTV en el que se detallaba que “sería recluido fuera de la ciudad de Caracas”.
Cerca de las 5 de la tarde de ese martes, la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, informó a través de su cuenta en la red social Twitter que el líder opositor será presentado en las próximas horas por el Ministerio Público ante un tribunal, “con la garantía de todos sus derechos”.
A la fecha, López permanece recluido en la prisión militar de Ramo Verde, donde se ha denunciado en múltiples oportunidades, no se le permiten derechos como leer o escribir, restringen y niegan las visitas a su familia y otros tratos vejatorios, mismos que cada vez han sido negados por las autoridades a cargo de su presidio.
Fotos: Elyxandro Cegarra / Jorge Santos Jr / Archivo BDA
2017-02-18