Los licoreros, destinados a la distribución y comercialización, trabajaron hasta el 14 de marzo del presente año. Esto se debió a las medidas tomadas por el gobierno de Nicolás Maduro con el fin de evitar la propagación de COVID-19 en el país.
Desde ese día, las tiendas no tenían permiso para abrir sus puertas, recibir clientes y vender sus productos. Además, no era permitido el transporte particular o de distribución de licores.
Hasta el mes de noviembre, luego de 230 días, el sector licorero fue integrado en las áreas económicas que podían laborar en las “semanas flexibles”, dentro del plan “7+7 plus”.
“Somos un sector muy golpeado por la pandemia. Nos ha ido muy mal en este tiempo”, declaró Pablo Gouveia, quien tiene establecimientos destinados a la comercialización de licores.
En los primeros meses de cuarentena, muchos negocios migraron a las redes sociales y otros tantos mantuvieron abajo las santamarías. Esto le dio espacio a la venta informal de licores, tanto artesanales como los permisados.
De vuelta a la actividad
Para volver a sus funciones, los establecimientos cumplieron con ciertas normas y medidas de bioseguridad, un gasto no presupuestado y alto, pero necesario.
Carteles que indican en qué lugares pueden estar las personas, la distancia de 1.5 metros y el uso obligatorio del tapabocas para poder ingresar al local, compra de alcohol y gel antibacterial, además de termómetros digitales, son algunas de las nuevas adquisiciones de los licoreros.
El horario fue reducido en todos los municipios. Por citar ejemplos, el municipio Libertador establecía un horario de trabajo desde las 11 de la mañana hasta las 7 de la noche. En la “nueva normalidad”, el horario de trabajo permitido es tan solo de 1 de la tarde a 6 de la tarde. Ni un minuto más ni uno menos.
“En el municipio Chacao, por ejemplo, nuestro horario era de 9 de la mañana a 9 de la noche. Ahora solo podemos trabajar de 1 de la tarde hasta las 6 pm”, dijo Gouveia.
La flexibilización de diciembre
El mes de diciembre fue anunciado como un mes de “flexibilización total”. En este sentido, las tiendas y los distribuidores de licor podían laborar de lunes a sábado, pero tan solo 5 horas (1:00 pm – 6:00 pm).
“Es como un nuevo inicio, debemos recuperar ´el punto´. Los clientes se acostumbraron a comprar los licores a vecinos o en ventas clandestinas. Ya no es común ver licorerías llenas. Esto hace aún más difícil nuestro trabajo y la administración del mismo”, manifestó.
Sin embargo, el día lunes se registró, en el municipio Libertador, un operativo policial que cerró los establecimientos de esta rama a la 1 de la tarde, hora que les correspondía abrir. Aunque no hubo comunicación oficial por Gaceta, los licoreros bajaron las santamarías.
“Apenas al abrir ya nos fueron a cerrar. No hubo una comunicación oficial ni una Gaceta que explicara por qué”, mencionó el dueño de @yositomoaqui.
Enero viene “radical”
A pesar de la flexibilización decembrina, el Gobierno indicó que habrá 14 días de “cuarentena radical total” en el mes de enero. Medida que volvería a afectar al gremio de los licores.
“Ya sabíamos que en enero se volvería al esquema de “7+7”, pero nos tomó por sorpresa la medida de los 14 días de cuarentena radical. Ahí ya nos veríamos aún más golpeados a inicio de año”, finalizó Gouveia.
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