Nota de prensa
El secretario ejecutivo de la Unidad Democrática, Jesús Chuo Torrealba, advirtió este sábado que hay una “agenda golpista que está cobrando terreno dentro del oficialismo”, y que frente a esa situación, que calificó de “extremadamente grave”, la alianza opositora debe actuar con responsabilidad.
La advertencia sobre ambos aspectos la hizo Torrealba al intervenir en el foro La crisis político-social y sus alternativas, organizado por Espacio Abierto, una fundación para la reflexión política, en el cual también tomaron la palabra Gerardo Blyde, alcalde de Baruta, y el diputado de la Unidad, Tomás Guanipa.
“La agenda golpista, desgraciadamente, está cobrando terreno dentro del ámbito oficialista (…) El oficialismo no es en realidad un partido político, sino una suerte de cadena alimenticia donde el orden lo establecía una figura carismática que desapareció hace tres años. Desde entonces, el oficialismo se transformó en una guerra de fracciones, en una guerra de grupos, en una guerra de tendencias compitiendo todos por lo que queda de la renta petrolera”, señaló.
“Ahora han comenzado a darse cuenta de que el desorden está conspirando contra ellos mismos. Esa fue la única lectura que dieron a los resultados del 6D, la de que se están extinguiendo. Ahora a un viejo actor –el militarismo – le dieron un nuevo rol”, dijo.
“La situación es extremadamente grave y frente a eso tenemos que actuar con mesura pero con eficiencia; con sobriedad pero con asertividad. No podemos olvidar que (la Unidad Democrática) no es la de antes sino la nueva mayoría nacional de ahora y eso implica una responsabilidad”, añadió.
Al respecto, citó tres hechos que dan cuenta de lo que está ocurriendo al interior del oficialismo. El primero, la reunión de gobernadores militares oficialistas que se hizo recientemente y de la cual excluyeron a los representantes de Nicolás Maduro. La segunda, el surgimiento, como vocero de una suerte de disidencia dentro del oficialismo, del mayor general Miguel Rodríguez Torres. “Por cierto, en estos días, en un acto fallido, el propio Jorge Rodríguez dijo que Rodríguez Torres era el Chuo Torrealba del oficialismo”, comentó el vocero de la Unidad.
La tercera manifestación del avance de esa agenda militarista dentro del oficialismo, es la declaración del ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, desconociendo la Ley de Amnistía aprobada por la Asamblea Nacional. “Declaración golpista, desafortunada y gravísima que no le corresponde, que no es de su incumbencia, porque no es jefe del partido militar porque no existe el partido militar. No solo es una declaración contra la oposición venezolana, sino que también desafía al vocero político natural de la institución armada, que es el presidente de la República”, dijo Torrealba.
“Y aclaro: nosotros sabemos diferenciar lo que es lo militar, como institución, como función, y lo que es el militarismo. En este marco, dentro del oficialismo, ante la inminente y absoluta derrota, hay la búsqueda de un orden que les permita sobrevivir y como ningún liderazgo lo garantiza, entonces cobra una nueva importancia ese fenómeno del militarismo”, aseveró.
Otro punto sobre el cual llamó la atención fue la posición del Consejo Nacional Electoral (CNE) ante la solicitud hecha por la Unidad, en tres oportunidades, para que el ente electoral entregue las planillas para activar el referéndum revocatorio que permita acortar el período presidencial de Maduro, responsable de la crisis económica, social y política que sufre el país.
“Ahora (el CNE) nos dice que tenemos que recoger firmas, para recoger firmas, para recoger firmas para que en algún momento los venezolanos puedan expresarse en un referéndum revocatorio. Aquí todo está al revés. Así como existe Corpoelec no para dar electricidad sino para anunciar apagones; así como existe Hidrocapital que funciona no para que tengamos agua en las casas sino para explicar por qué no llega, tenemos un CNE que está tirado al suelo para que no haya elecciones. Esto es gravísimo”, comentó.
“Por un lado hay un vocero de la cupular militar aupando una conducta que obviamente es de violencia institucional, y por la otra esta la presidenta del CNE obstruyendo la salida pacífica. Allí está evidenciada una operación con pinzas no contra la oposición, sino contra la sociedad venezolana, contra el derecho del pueblo venezolano a transitar por el camino de la paz”, dijo el también activista social.
Blyde, en su intervención, reiteró que en su opinión el referéndum revocatorio es “jurídica y políticamente la vía más acertada para producir el relevo presidencial”, por lo que propuso seguir ejerciendo las acciones necesarias para lograrlo pese a los obstáculos que está poniendo el CNE.
“Ahora el CNE dice que el partido solicitante no puede ser la Unidad Democrática, sino que tienen que ser otros solicitantes los que le pidan a la Unidad, como partido, que el partido se vuelva intermediario ante el CNE para poder pedir la planilla. Esto es lo que ellos llaman democracia participativa. Esta son las medidas que están aplicando para que esta vía no pueda prosperar. Yo creo que hay que seguir las acciones porque creo que esta es la salida constitucional más acertada”, señaló.
Recordó que, en su condición de abogado constitucionalista, se opuso al artículo 350 de la Constitución Nacional de 1999. “No existe ninguna Constitución democrática en el mundo que consagre la desobediencia. Ese artículo lo incorporaron para justificar el golpe del 92. Si se tiene un Estado democrático y de derecho, las constituciones consagran mecanismos para consultarle al pueblo, para recomponer gobiernos y descomprimir a una sociedad y buscar solución a los problemas”, precisó.
Por su parte, Guanipa, quien también está a favor de la realización del referendo como vía para acortar el mandato de Maduro, indicó que “hoy todos tenemos claro que el cambio de gobierno es una cuestión inaplazable no porque somos mayoría o porque queremos salir de Maduro para quedarnos con el poder, sino porque su gobierno es el principal responsable de la crisis que estamos viviendo”.
Aseguró que Maduro desperdició la “gran oportunidad” que tuvo después del 6 de diciembre para rectificar y abrir las puertas a un dialogo en Venezuela. “Hizo exactamente lo contrario: profundizar en un modelo fracasado”. “Los linchamientos son una demostración de que la sociedad está perdiendo cualquier valor en términos de convivencia y de la barbaridad a la que podemos llegar los venezolanos porque la crisis nos sobrepasa. El cambio es urgente, necesario e inaplazable y es una tarea de todos los venezolanos y una responsabilidad también de quienes estamos en la Unidad”, añadió.