Armando Altuve
Desde la llegada de Hugo Chávez al poder, el país ha estado confrontado en dos visiones ideológicas que mantienen los polos que protagonizan la arena política nacional: chavistas y opositores.
Esa división, que inclusive afectó el plano de las relaciones personales entre los venezolanos se ha mantenido por la inexistencia de un “centro político” que haga contrapeso entre ambas visiones dominantes.
Salamanca explica que ese fenómeno, cuya agudización atribuye al expresidente Hugo Chávez, podría haberse diluido con la aparición de grupos independientes; pero, a la luz de los resultados del 6D, esa posibilidad quedó nula en vista de que el apoyo se concentró en más de 80% entre la coalición oficialista y la alianza opositora que resultó triunfante en los comicios.
Sin embargo, Salamanca mantiene la polarización, si bien se mantiene desde el punto de vista electoral, ha ido desapareciendo por la ausencia de Chávez, a quien consideró “el gran polarizador del país”, y la crisis económica.
En este sentido, la psicóloga social y profesora de la Universidad Simón Bolívar (USB), María Teresa Urreiztieta, considera que se ha planteado una “redefinición” del fenómeno que ha sido alimentada por el descontento por la compleja coyuntura del país.
Por su parte, el politólogo José Rafael Mendoza agrega que el “desgaste” de la gestión del actual presidente del país, Nicolás Maduro, no solo ha provocado un revés en la base de apoyo del oficialismo, sino también ha tornado la polarización más aguda.
Para el politólogo Nicmer Evans ese escenario de polarización hoy es “ficticio” porque no existen modelos antagónicos.
“Ni la MUD ni Maduro representan ideas contrarias; pero sí un mismo modelo pero con intereses distintos. Chávez hablaba de un socialismo e implementaba, bien o mal, una política de avanzada. Había una intención de construir un modelo alternativo al capitalismo”, sostiene Evans, quien sostiene que actualmente el único elemento que hace contrapeso con la oposición es la “aparente defensa del nombre y no el legado de Chávez”.
“El Gobierno de Maduro no pelea por el modelo que implementó Chávez”, enfatiza el politólogo y dirigente de la organización Marea Socialista.
Polarización radical. Tras los resultados electorales de las elecciones parlamentarias del 6D, Mendoza cree que la polarización política, que aún se mantiene, tenderá a radicalizarse en ambos sectores.
“Los discursos tanto de oposición como oficialismo han sido prepotentes y confrontativo. De un lado del chavismo no se ha asimilado una autocrítica real de la derrota y, por el contrario, se asume como culpable al adversario y no por las fallas de la gestión; por lo tanto sostienen que hay que radicalizar la gestión para minimizar al contrario. Por la oposición no se ha entendido que la gente votó por la necesidad de tender un puente entre ambos sectores para solucionar el problema económico”, analiza Mendoza.
El especialista en asuntos políticos asegura que le preocupa que ese puente entre ambos polos no se construya pues asoma que eso podría crear, a largo plazo, un “desencanto” en la ciudadanía que aún está polarizada.
“La gente votó esperanzada en que ambos sectores resuelvan un problema que viven y padecen a diario como la inflación y la escasez; pero eso dependerá del discurso de cada sector. Si se sigue manteniendo un discurso polarizador, virulento y confrontativo lo que puede generarse es un descontento y una posterior desesperanza. La responsabilidad en esta oportunidad la tiene el discurso político”, enfatiza Mendoza.
2015-12-14