Olgalinda Pimentel R || opimentel@bloquedearmas
La pérdida de más de 800 megavatios, daños considerables y no cuantificados aún en la infraestructura eléctrica en varias regiones del país y más tinieblas sobre el futuro económico del país y del propio suministro de energía, es el resultado del primer apagón nacional de 2019 -el cuarto más grave en los últimos 17 años-, del cual hoy se cumple un mes sin el reporte técnico oficial que le aclare a los venezolanos qué fue lo que realmente ocurrió.
Una falla en la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, en la represa del Guri, previsible para muchos y sorpresiva para pocos, apagó la luz en 11 de las 23 entidades del país por más de 100 horas continuas y desencadenó tres grandes interrupciones, previo incendio en uno de esos, 20 días más tarde. El progresivo deterioro del sistema eléctrico por falta de mantenimiento y corrupción, sumado a la impericia de los operadores, dio inicio al episodio más oscuro del servicio, señalaron especialistas nacionales e internacionales al hacer un análisis del suceso.
"Es un ataque terrorista", dijo el ministro de Energía Luis Motta Domínguez, destituido hace una semana, al referirse a la avería del complejo que suministra 70% de electricidad a todo el país
La única certeza que aducen los expertos es que Venezuela sufrió un retroceso operacional inédito 60 años después de construirse la inmensa represa del bajo Caroní, a partir de ese evento. Al "quemarse" buena parte de la potencia termoeléctrica, le quedaron al país 2.000 megavatios de poca confiabilidad para funcionar. Y afirman que no existen por ahora señales de cambio de dirección, de acuerdo con in- formación técnica. Unas 12 turbinas de 20 se encuentran en malas condiciones – algunas antes del episodio – por lo cual sería muy complicada la operación del sistema 765 kilovoltios.
Antes de la gran interrupción nacional, la capacidad de suministro era de 10.400 megavatios frente a una demanda de 12.000 megavatios. Las cifras se desplomaron.
"Se tenía que restringir el servicio en aproximadamente en 1.600 megavatios, para eso no se hizo y pusieron el sistema de transmisión al rojo vivo, es decir, operado a límites por encima de lo indicado. Ocurrió entonces el apagón como jamás ha ocurrido", expresa el ingeniero José Aguilar, especialista y consultor internacional en el tema eléctrico.
"El problema sobreviene por no saber operar la contingencia o porque los operadores no estaban capacitados suficientemente para asumir la situación. Una recuperación del sistema desde 0 megavatios se aprende simulando el ejercicio es una maniobra altamente critica pero poco frecuente; pero algo salió mal. También pudo suceder que los procedimientos que tenían no estaban actualizados para las condiciones del sistema en estado de decadencia, y ciertos pasos que trataban de ejecutar no fue posible por el daño dejó”, puntualiza al poner sobre la mesa los escenarios, a falta de información oficial. Sin embargo, "todo el sistema es recuperable y siempre lo será", asegura el estudioso, quien lleva el pulso del SEN.
"El problema es que no hay mucho tiempo. Todas las fallas registradas pueden ser reparadas pero algunas tomarán más de 30 días. El temor que tengo es que puedan ya estar en una falla catastrófica. ¿Por qué lo digo? Pueden arreglar en tres semanas los tres autotransformadores (AT) del Guri que se dañaron n, y así obtener de nuevo el sistema 765 de la casa de máquinas 2, desde Caurachi hasta Macagua y dar electricidad a la mayoría del país 2. El país quedaría en niveles de una fecha anterior a la del 7 de marzo, del primer apagón. El problema está en el sistema térmico que está disminuido y necesita de 70 días por lo menos para mejorarlo", informa Aguilar.
La recuperación requeriría una inversión de 15 millardos de dólares, si no existe un nuevo daño "catastrófico", de acuerdo con sus cálculos.
"Si ocurre, exigirá no solo el doble, sino además dos años más de espera para que fabriquen un transformador altamente especializado, como un traje a la medida, que no existe en EEUU, ni Canadá, ni en Brasil, ni en Francia, donde utilizan similares sistemas de 765 KV", advierte el experto para quien la intervención de Corpoelec solo busca "una parálisis organizacional que puede conducir a más errores".
El riesgo de otro gran apagón continúa, alertó.
2019-04-07
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