Jesús M. Gambús | [email protected]
El bolívar no rinde. El signo monetario venezolano se queda corto cada vez más ante el galope de la inflación y su valor de diluye de un día a otro para hacernos pasar de la queja al desespero.
Los economistas apuntan soluciones que se debaten en foros, asambleas y charlas que no suelen considerarse en los grandes centros de poder.
Una pregunta constante en esos escenarios es la conveniencia o no de la dolarización de la economía nacional.
Si bien, muchos precios de artículos tienen referentes en dólares por razones que el Gobierno achaca a la guerra económica y el valor de la moneda extranjera fijada en Cúcuta, los cada vez más preocupantes signos de vida del bolívar obligan a poner los caballos delante de la carreta.
Para un gobierno que se autodenomina bolivariano, una medida de esa naturaleza representaría un golpe moral. Eso de sacar de circulación a Bolívar, a los próceres, los representantes aborígenes y demás figuras emblemáticas del país, le restaría autoridad para citar esos nombres, como constantemente lo hace en sus discursos.
Pero es más que un revés moral. Así lo advierten los economistas que han venido alertando de las inconveniencias de una política económica que restó fuerzas al poder adquisitivo del hoy disminuido bolívar.
El experto económico José Luis Cordeiro cree en la tesis de la dolarización de la economía para doblegar la hiperinflación y recuperar el poder adquisitivo de los sueldos y salarios del venezolano.
Esta eventualidad "permitiría que en cuestión de unas dos semanas", un salario que en la actualidad se encuentra entre 10 y 20 dólares en Venezuela, pasara a 300 o 400 dólares.
"A los representantes del Gobierno Nacional les gustan los dólares, pero al pueblo le da bolívares", añadió.
El economista reconoce, sin embargo, que la medida no es conveniente para el Gobierno Nacional porque deja de imprimir dinero para financiarse y para generar mayor corrupción.
2016-04-13