Karina Pérez | [email protected]
Incluir carne de res, de pollo o cualquier alimento cárnico en la dieta diaria del venezolano, se ha vuelto cada vez más cuesta arriba.
La hiperinflación se hace sentir en los bolsillos de los consumidores y se refleja en el aumento desproporcionado de los alimentos. La carne de res tuvo un incremento de un 30% con respecto a hace 15 días atrás.
Un kilo del valioso alimento está entre 49 mil y 55 mil bolívares. En las carnicerías, frigoríficos y supermercados actualizan la pizarra de precios semanalmente y en algunos casos de rubros particulares, deben hacerlo hasta de dos o tres días.
La carne de segunda se cotiza entre 2 y 3 mil bolívares menos que la de primera.
El pollo tampoco escapa de la desvalorización de la moneda y el kilo oscila entre Bs 29 mil y Bs. 33 mil, presentando un aumento del 40%.
La pechuga va desde 34 mil bolívares, las alas desde 31 mil y la milanesa desde 44 mil bolívares.
Los comerciantes del ramo alegan no tener conocimiento de la causa de la acentuación de los precios de la carne y del pollo, “nos dicen si no compras tú la mercancía, la compra otro y ya sin más explicación”, señaló Jorge Rafia.
Acotan que no comprenden el fenómeno porque todo es de producción nacional. Algunos dicen que puede ser por el transporte, otros por el precio de la comida para los animales.
Henry Gasparín y su esposa trabajan el triple para poder subsistir. “Trabajamos más y ganamos menos; hemos bajado en un 50% el consumo de proteínas con respecto a lo que comiamos antes. Estamos desgastados fisicamente y pulverizados económicamente. Hemos perdido nuestra calidad de vida”, alegó.
El cochino en estampida. El tradicional pernil o el lechón para la cena navideña está “a la buena de Dios”, según Jesús Pacheco quien es el encargado de un local.
Pacheco indicó que el despachador va dos días a la semana y que entre un día y otro, el precio puede variar: “Compramos el miércoles a un precio y ayer viernes en otro, nos aumentaron 5 mil bolívares por kilo”.
Destacó que el tocino fue el derivado del cerdo que experimetó un incremento pasando de 19 mil bolívares el kilo a 40 mil bolívares. Sin quedarse atrás, el pernil se elevó de Bs. 42 mil a Bs. 67 mil. La chuleta ahumada fluctuó de 62 mil a 74 mil bolívares. Las paticas se consiguen desde Bs. 5 mil.
Otras proteínas. Hace poco el protagonista mediático fue el conejo, que a partir de su “estrellato” empezó a aparecer en las carnicerías.
El pequeño mamífero (listo para cocinar) se cotiza entre 45 mil y 48 mil bolívares el kilo, un precio que a juicio de Carolina Sanoja “es inaccesible para un venezolano que gane sueldo mínimo”.
El chivo y el cordero van desde 35 mil bolívares y 38 mil bolívares respectivamente. Mietras que el hígado va de 34 mil a 38 mil bolívares.
Entre tanto, un huevo cuesta 1.650 bolívares, el cartón 45 mil y el medio cartón 22.500 bolívares.
2017-10-13