Redacción 2001
Tras la renovación de su gabinete ministerial anunciada el pasado jueves, el presidente Nicolás Maduro parece estar cumpliendo lo que anunció el 12 de diciembre de 2015, como es el retorno de los militares a sus cuarteles.
En esa oportunidad, el Jefe de Estado anunció que había ordenado a los militares activos que estaban en la administración pública “regresar a sus puestos de mando y a filas activas en cada componente” y explicó que la razón sería “traer más unión, y… reforzar a la fuerza armada”.
Para Rocío Sanmiguel, presidenta de la ONG Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, en esta oportunidad la razón es diferente; a su juicio el mandatario quiere tener mayor control de los uniformados.
Sanmiguel explica que el pasado jueves Maduro juramentó 12 nuevos ministros, cinco de los cuales sustituyen a militares que venían ejerciendo en los despachos de Comercio Exterior, Pesca y Acuicultura, Transporte, Ecosocialismo y Agua y Obras Públicas.
Con estas remociones, los militares José Gregorio Vielma Mora, Orlando Miguel Maneiro Gaspar, Carlos Alberto Osorio Zambrano, Ramón Celestino Velázquez Araguayan y César Alberto Salazar Coll, quedan fuera del gabinete.
Con la salida de estos cinco militares que ostentaban cargos de ministros, Nicolás Maduro reduce drásticamente la participación de efectivos provenientes del mundo militar en su gabinete, que pasa del 43,75% al 26,47%.
Hay que hacer notar que la presencia de militares en el tren ejecutivo alcanzó su porcentaje más alto en la gestión del presidente Nicolás Maduro.
Para julio de 2016, de 30 ministerios, 10 estaban en manos de funcionarios castrenses traducido a un tercio de las carteras claves como Relaciones Interiores, Alimentación, Producción Agrícola y Tierras, entre otros.
En ese sentido, la analista del tema castrense considera que “al reducir Maduro la presencia de militares en su gabinete está enviando un poderoso mensaje a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb), que puede ser peligroso en términos de apoyos y lealtades de los militares a su gobierno.
Debe tomarse en cuenta que estos militares cargan consigo toda una estructura, que regresa a partir de este momento a los cuarteles sin los incentivos que significa estar en estos ministerios”.
“Un Maduro vencedor en las presidenciales, que ha decidido prescindir de militares en esta nueva etapa, no parece una buena idea en términos de proporcionar estabilidad a su gobierno” agrega San Miguel.
Estima además que está por verse aún si alguno de los uniformados removidos, especialmente el M/G (Ej) Carlos Alberto Osorio Zambrano regresa al ejército, en el marco de los cambios que próximamente se esperan en el alto mando militar.
La herencia. Desde su arribo al poder en febrero de 1999, el fallecido expresidente Hugo Chávez, mantuvo una estrecha relación con sus compañeros de armas, a los cuales puso a dirigir varios ministerios y ocupar diferentes cargos públicos e incluso, les entregó la dirección de los principales programas sociales, como el Plan Bolívar 2000 y las denominadas misiones.
Esta decisión fue cuestionadas por los sectores opositores del país, que acusaron a Chávez de desnaturalizar las funciones de los miembros de la fuerza armada y conformar un gobierno militarista, en el cual, el sector castrense tenía control del civil, realidad que a juicio de los especialistas violentaba la Constitución.
Una vez que asumió la presidencia, Nicolás Maduro conservó esta directriz de su mentor, e incluso llegó a tener más militares en cargos públicos de los que tuvo el propio Chávez.
Pero de manera sorpresiva, el Jefe de Estado ha ido desmontando poco a poco esta estrategia e insiste en que lo hace para “fortalecer la unión cívico-militar para asegurar la defensa integral de la nación”.
Los cambios podrían continuar en los próximos días.
2018-06-15
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